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miércoles, 10 de abril de 2019

Los Despachos en brujería



No pocas veces recibo correos de personas que me escriben lamentándose de que no consiguen que un hechizo funcione. Yo les suelo preguntar si han realizado todo bien y suelen afirmar que realizan correctamente todos los pasos de la “receta” mágica. 

Indagando dónde puede estar el problema, descubro muchas veces que el trabajo no ha sido cerrado bien. Que han obviado el último paso o cambiado la forma de cerrarlo debido a que sus circunstancias geográficas no eran las adecuadas o que el ajetreo de la vida cotidiana no les ha permitido cumplir con los pasos de cierre apropiadamente.

En brujería llamamos “despachos” a las distintas formas de cerrar un hechizo o conjuro. 

Si os fijáis en la cantidad de hechizos que podemos encontrar en grimorios, en páginas web dedicadas a la brujería, etc. encontraréis que cada hechizo tiene una forma muy concreta de cerrarse. En algunos hechizos se nos pide que tiremos los restos de un hechizo a un río, al mar, que los enterremos en un cruce de caminos o en un cementerio, que los coloquemos en un lugar determinado de la casa e incluso existen hechizos y rituales más complejos donde se nos solicita que el hechizo sea pulido y terminado durante varios días. Un ejemplo sobre esta mayor complejidad sería un hechizo que ha de ser enterrado en determinado día de la semana justo en el preciso momento en el que se pone el sol tras el horizonte. Los hay muy complicados que requieren cosas muy laboriosas.

Hay personas que no consideran importante que el cierre se haga tal como aparece en la receta. Por falta de tiempo deciden enterrarlo otro día, o se saltan algún paso o incluso los dejan abiertos. Puede sorprender pero sucede, quizá por desconocimiento.




Pero no se puede dejar un hechizo abierto. La dimensión astral es una dimensión poblada de espíritus y fuerzas de las que desconocemos su naturaleza última en muchas ocasiones. No hacer un despacho correctamente es dejar abierta una puerta con el mundo astral y a través de esa puerta, un trabajo no terminado correctamente se dispersará. Igualmente se os colarán fuerzas y espíritus de todo tipo en vuestras casas. Normalmente entran espíritus no muy positivos ya que los espíritus más elevados no suelen andar apegados a la tierra. Por favor, tened en cuenta que aunque estemos realizando un hechizo para favorecer a alguien o atraer una circunstancia positiva a nuestra vida, cuando abrimos el Círculo estamos abriendo una puerta y por esa puerta baja la misma cantidad de oscuridad que de luz que convocamos. No cerrar una puerta o no realizar el despacho correctamente afectará negativamente a todos los implicados. La persona a la que iba destinado el hechizo, después de todo el esfuerzo, no recibirá nada y todos podrían encontrarse “sorpresas” en casa o en sus vidas en forma de infortunios. De ahí la importancia de realizar los despachos correctamente.

Si consideras que no vas a poder llevar a cabo un hechizo por falta de tiempo, porque el hechizo te pida que eches los restos al río y no tengas ningún río cerca, etc. es mejor que no lo hagas. Busca otro hechizo que se pueda ajustar más a tus circunstancias, tanto de tiempo como de espacio y que resulte igual de efectivo. 

La brujería requiere de trabajo y esfuerzo. Y los hechizos son como recetas de cocina. Si nos saltamos algún paso, es muy posible que el plato no quede lo bien que esperamos. No somos observadores sino participantes comprometidos en el Oficio. 

https://www.safecreative.org/work/1904100608809-los-despachos-en-brujeria

viernes, 20 de junio de 2014

Treading the Mill


The dance of the witches, por Peter

Una vez que hemos trazado el Compás, comenzamos nuestra magia, nuestros trabajos brujeriles. En la brujería tradicional el movimiento puede ser, como se denomina en inglés, en deosil o widdershins, es decir, siguiendo el movimiento rotatorio del Sol o su contrario. Para el folklore escocés, el deosil, también conocido como Sunwise o Sunward era considerado como el curso propicio, es decir, siguiendo dirección de este a oeste o el movimiento que sigue el Sol en el cielo. El curso contrario era conocido como widdershins o tuathal, curso antihorario.

Dependiendo del trabajo que estamos haciendo, empleamos un movimiento u otro. Siempre que trabajamos la sombra, emplearemos la dirección contraria al movimiento natural del Sol y siempre que hagamos encantamientos y trabajos que tengan que ver con crecimiento, sanación, construcción, etc. se harán siguiendo el curso natural del Sol, de este a oeste o deosil. Dedicaremos más tiempo a hablar de esta cuestión tan interesante.

Pero hoy nos vamos a centrar en lo que se conoce en Brujería tradicional como Treading the Mill. La traducción al español la desconozco así que si alguien sabe cómo es traducido, pues le agradecería que me lo dijese. Puede ser traducido como pisar el molino, hacer la Ronda… Como he comentado, la mayoría de los libros que he leído están en inglés o en alemán. Muchas cosas me las enseñaron o las aprendí en otro idioma que no es el español.

Los molinos de grano tienen un mecanismo que consiste en un eje principal que es una rueda circular fija que podía tener un diámetro de 8,50 metros y un espesor de hasta 120 cm. Sobre esa rueda se movía otra rueda semejante llamada volandera. Para mover la enorme piedra se utilizaba energía hidráulica, eólica o animal (personas o animales). El grano se vertía por un agujero central y el polvo molido salía por los bordes, donde era recogido.

En brujería tradicional utilizamos la simbología del molino para representar los trabajos donde simbolizamos la energía del Maestro con una Vara o una piedra en ocasiones. Para mí, el grano que se coloca en el centro, dentro de la piedra llamada volandera, simboliza nuestro trabajo. La materia bruta que es transformada en algo más sutil, en algo que se transmuta y adquiere más valor del que tiene en un principio.

Para transformar la materia bruta, hemos de emplear nuestra energía y saber bien nuestro Oficio. Cuando trazamos el Compás, caminamos en torno al Círculo,  hacemos la Ronda. Es en realidad trazar el Compás, algo de lo que hemos hablado alguna vez, para crear un espacio sagrado, una puerta que se abre entre dimensiones. El lugar donde el brujo trabaja y convoca a los Espíritus de la naturaleza, a los Difuntos y a los Ancestros. Con este andar peculiar, los cantos que empleamos y las palabras recitadas ganamos poder.

El eje central del círculo está simbolizando la presencia del hombre ante lo desconocido, lo mágico- invisible. Es el Eje o el Árbol del Mundo, puertas hacia esas realidades invisibles que se solapan con la nuestra. Pero lo más importante es que nos recuerda que hubo un tiempo en que los seres humanos estaban conectados con esa visión mágica de la realidad. Pero hubo un momento en nuestra historia, un gran cataclismo cósmico del cual se hacen eco diversas tradiciones de la Tierra, en que esa conexión quedó rota. Se la conoce como la Caída, una ruptura con todo aquello que alimentaba nuestro espíritu y que tanto deseamos reconquistar aunque muchas personas hayan olvidado qué es aquello que añoran.

Los brujos seríamos una raza de personas a las cuales, en algún momento de aquella larga noche, se nos entregó un conocimiento que encerraba todas aquellas palabras y símbolos mágicos que una vez la humanidad conoció. Cuando clavamos la Vara en el centro del Compás y caminamos en torno, cerrando los ojos o dándole la espalda para aprender a sentir esas fuerzas sin los sentidos físicos, estamos recordando aquel conocimiento perdido y restaurando, aunque sea un poco, el orden de aquello que se fue.

Con una Vara puesta de pie en el centro, giraremos y rotaremos mirando sin mirar. Es el “Camino serpenteante” (crooked path) y cuando lo caminas, notas una corriente rápida que recorre tu piel y te trasciende, como si avanzases en contra del viento.



Era o es muy común girar dando la espalda a la vara. Esta danza ha sido representada en ocasiones así. Gente bailando alrededor, cogidos de las manos y de espaldas a la Vara. Es, desde luego, un culto solar que ha permanecido hasta nuestros días. Por alguna razón insistimos en este blog en que el Sol es mucho más que lo que nos cuentan. Tiene conciencia y más poder del que pensamos. Así que, haciéndome eco de las sabias palabras de Salvador Freixedo, ufólogo, demonólogo y sabio, no adores a esos diosecillos extraños que pululan por tantos altares neopaganos (la mayoría de ellos simbolizan el dolor y han actuado de forma salvaje contra la humanidad) y enfócate en lo que realmente tiene Poder y Sabe quién eres.

Caminar en círculo, hacer la Ronda, es un proceso mágico grupal que construye energía, que crea vórtices o Portales a través de los mundos o dimensiones. La vara central nos ayuda a enfocar la energía, nuestro trabajo y aporta poder a lo que la Vara simboliza. Incluso aprovechar la energía que se crea para viajar a otras dimensiones, si te cuesta cruzar el cerco por ti mismo.


lunes, 11 de marzo de 2013

Los Cuatro Elementos de la Brujería



Conocer los Cuatro Elementos es fundamental para practicar el Arte pues sin ellos no es posible la Magia. Ésta sucede y se hace por la libre interacción de los cinco Elementos: Aire, Tierra, Fuego, Agua y Espíritu. Aunque en este post nos vamos a centrar en los cuatro elementos de la naturaleza. El espíritu lo dejamos para otra ocasión, pues es de gran importancia.

Toda la vida en la Tierra depende de estos cuatro elementos. Experimentamos el viento en el aire que respiramos. Puede ser una delicada brisa veraniega y un huracán enbravecido que destruye todo a su paso. La tierra es la arena, los minerales, las rocas, el suelo, el subsuelo… Aunque también puede ser un devastador terremoto que destruye la vida. El Agua son los océanos, los lagos, los ríos… Puede ser un mar en  calma pero también un poderoso maremoto. El Fuego es el calor y la luz. Es el agradable fuego que calienta nuestro hogar pero también es un terrible incendio que asola un bosque. Como podéis ver, los elementos no son buenos ni son malos, simplemente son. La Brujería tradicional no cree en que esa deidad a la que llaman Gaia y otros nombres sea todo bondad sino que comprende que esa Diosa puede dar la vida y también quitarla. No por eso deja de amarla. Nunca olvidéis la sombra, pues sin ella no podríamos trabajar.

Pero además de ser los Cuatro elementos fundamentales en los cuales se asienta la vida, en brujería simbolizan algo más. Así encontramos que el Aire simboliza nuestros pensamientos, el Agua nuestras emociones, el Fuego es la acción, el impulso creador y la Tierra es la manifestación de todo lo que pensamos y sentimos, todo lo físico, desde un trabajo a una relación, la creatividad, etc.

El quinto elemento, el Espíritu, es el que equilibra los otros cuatro elementos. Sin ese equilibrio, no es posible realizar Brujería. Puedes conseguir ciertos resultados pero el logro dejará mucho que desear. De ahí la importancia de dedicar un post aparte al elemento Espíritu. No olvidar que la Brujería es un fascinante camino espiritual de búsqueda interior que no acaba nunca.



El Compás circunscribe todos los elementos y limita el espacio sagrado donde realizar nuestro Arte. Es fundamental conocer las cualidades mágico-simbólicas de los cuatro elementos y su dirección correspondiente. Como orientación para nuestro Camino. Para ello os dejo un cuadro con ellas de una traducción realizada por mí de The call of the Horned Piper, de Nigel Jackson:

NORTE
Aire, color negro, la Estrella Polar, Frío, Sueño, Muerte, Verdad, Destino, Iniciación, Dama Herodias, el Viejo Espíritu, la Cacería Salvaje, la Cabalgata de las Hadas, Cabra, Búho, Perro negro, Cuervo, Vara, Piedras agujereadas, Cabeza.

SUR
Tierra, color Blanco, Amor, Calor, Vida, Abundancia, Fertilidad, Soberanía, Diosa de la Tierra y el Grano, la Dama o Reina de las Rosas, Yegua, Abeja, Pies, Genitales, Bastón de roble, Megalito.

ESTE
Fuego, color Rojo, Sol, Despertar, Luz, Juventud, Energía creativa, Carnero, el atareado Herrero, la Diosa Liebre, el Zorro, la Mano derecha, la Escoba de abedul, la espada, el arthame o cuchillo ritual.

OESTE
Agua, colores Gris y Verde, Luna, Niebla, Sonido, Sombra, Edad, Energía reflectante, las Damas del Lago, Cisne, Gato, Sapo, Mano izquierda, Caldero, Copa, Peine, Espejo, Manzana.

sábado, 12 de enero de 2013

Cómo trazar el Círculo Mágico




Los brujos, antes de empezar un hechizo, celebrar un Sabbat o cualquier trabajo mágico de otra índole, trazamos el Compás de las Brujas, más conocido quizá como Círculo Mágico. Si bien la Brujería del Cerco no se basa en el ritual sino que pasamos a la práctica directamente, considero que trazar el Compás es fundamental para la hechicería porque como brujos y brujas esto nos diferencia ante otras artes mágicas alejadas de la brujería.

Se trata de crear un espacio sagrado donde poder llevar a cabo tu Arte. En un post hace un tiempo describí para mí lo que significa el Círculo o Compás. He tratado de definirlo de otra manera pero creo que lo que escribí en aquel momento se ajusta igualmente a lo que sigo sintiendo y pensando ahora así que, con vuestro permiso, reproduzco lo que dije en su día a continuación:

[…] Pero los brujos somos brujos porque trazamos el Compás y decimos palabras sagradas a los puntos cardinales invocando a los númenes y a los seres que habitan el bosque en secreto, esos que tanto miedo dan a los que no son brujos. El Círculo es un espacio que me conecta con otro espacio aún más grande, el espacio invisible donde toda Magia se hace. Es para mí una Puerta, una puerta hacia otra dimensión en la que los búhos me visitan, en el que se escuchan las pisadas de Herne en el bosque de Windsor, en el que la serpiente sagrada sube hacia mi frente desde lo más profundo de las colinas donde habitan las Fae, donde las Madres trazan el destino en las antiguas noches de Yule, donde puedes escuchar a la Cacería Salvaje tronar en el cielo en el punto álgido del Desgobierno y donde el Viejo Nick y la Dama me entregan una antorcha que llevaré sobre mi frente fuera del Compás…


A continuación os daré una fórmula para trazarlo. Lo he extraído y traducido de un gran libro, del que ya hablaré de él: The call of the Horned Piper, de Nigel Jackson:
“Para consagrar el compás para los trabajos brujeriles, el altar y la vara se colocan orientados al norte. La bruja entona la siguiente fórmula de cruce entre fronteras:

En el nombre del Padre del Cielo (te tocas la frente)
Y de la Madre Tierra (te tocas el ombligo)
La Oscuridad y el Brillo (nos tocamos el hombro izquierdo y luego el derecho)
El Poder y la Sabiduría de todo lo Sagrado.

Dibujando un Pentáculo o una Pisada de bruja en el este decimos:

¡Levantaos Espíritus Rojos!
Poderes del Fuego Ardiente,
Permaneced a mi lado.

Después haciendo lo mismo en el sur, decimos:

¡Levantaos Espíritus blancos!
Vosotros, poderes de la Abundante Tierra,
Permaneced a mi lado.

Hacia el oeste:

¡Levantaos Espíritus verdes!
Que los poderes de las neblinosas aguas
Sean conmigo.

Y finalmente en el norte:

¡Levantaos Espíritus negros!
Que los poderes de los vientos de la media noche
Sean conmigo.

Después de estas llamadas a todas las direcciones el compás debe ser barrido simbólicamente con la escoba tres veces siguiendo el movimiento este-oeste. Si lo deseas puede ser santificado llevando una vela mientras caminas tres veces también este-oeste cantando:

Tres círculos de luz
Correctamente dibujo,
Para consagrar el compás
Con el mágico poder.

Cuando acabes tus trabajos mágicos, dirígete a cada dirección y simplemente di: espíritus rojos, a vosotros poderes del fuego ardiente, ¡os saludo! Y así seguid con los poderes de cada dirección. Finalmente deberemos repetir la fórmula para cruzar las fronteras.