The dance of the witches, por Peter
Una vez que hemos trazado el
Compás, comenzamos nuestra magia, nuestros trabajos brujeriles. En la brujería
tradicional el movimiento puede ser, como se denomina en inglés, en deosil o widdershins, es decir, siguiendo el movimiento rotatorio del Sol o
su contrario. Para el folklore escocés, el deosil,
también conocido como Sunwise o Sunward era considerado como el curso propicio, es decir, siguiendo
dirección de este a oeste o el movimiento que sigue el Sol en el cielo. El
curso contrario era conocido como widdershins
o tuathal, curso antihorario.
Dependiendo del trabajo que
estamos haciendo, empleamos un movimiento u otro. Siempre que trabajamos la
sombra, emplearemos la dirección contraria al movimiento natural del Sol y
siempre que hagamos encantamientos y trabajos que tengan que ver con
crecimiento, sanación, construcción, etc. se harán siguiendo el curso natural
del Sol, de este a oeste o deosil.
Dedicaremos más tiempo a hablar de esta cuestión tan interesante.
Pero hoy nos vamos a centrar en
lo que se conoce en Brujería tradicional como Treading the Mill. La traducción al español la desconozco así que
si alguien sabe cómo es traducido, pues le agradecería que me lo dijese. Puede
ser traducido como pisar el molino, hacer la Ronda… Como he comentado, la
mayoría de los libros que he leído están en inglés o en alemán. Muchas cosas me
las enseñaron o las aprendí en otro idioma que no es el español.
Los molinos de grano tienen un
mecanismo que consiste en un eje principal que es una rueda circular fija que
podía tener un diámetro de 8,50 metros y un espesor de hasta 120 cm. Sobre esa
rueda se movía otra rueda semejante llamada volandera. Para mover la enorme piedra se utilizaba
energía hidráulica, eólica o animal (personas o animales). El grano se vertía
por un agujero central y el polvo molido salía por los bordes, donde era
recogido.
En brujería tradicional
utilizamos la simbología del molino para representar los trabajos donde
simbolizamos la energía del Maestro con una Vara o una piedra en ocasiones.
Para mí, el grano que se coloca en el centro, dentro de la piedra llamada
volandera, simboliza nuestro trabajo. La materia bruta que es transformada en
algo más sutil, en algo que se transmuta y adquiere más valor del que tiene en
un principio.
Para transformar la materia
bruta, hemos de emplear nuestra energía y saber bien nuestro Oficio. Cuando
trazamos el Compás, caminamos en torno al Círculo, hacemos la Ronda. Es en realidad trazar el
Compás, algo de lo que hemos hablado alguna vez, para crear un espacio sagrado,
una puerta que se abre entre dimensiones. El lugar donde el brujo trabaja y
convoca a los Espíritus de la naturaleza, a los Difuntos y a los Ancestros. Con
este andar peculiar, los cantos que empleamos y las palabras recitadas ganamos
poder.
El eje central del círculo está
simbolizando la presencia del hombre ante lo desconocido, lo mágico- invisible.
Es el Eje o el Árbol del Mundo, puertas hacia esas realidades invisibles que se
solapan con la nuestra. Pero lo más importante es que nos recuerda que hubo un
tiempo en que los seres humanos estaban conectados con esa visión mágica de la
realidad. Pero hubo un momento en nuestra historia, un gran cataclismo cósmico
del cual se hacen eco diversas tradiciones de la Tierra, en que esa conexión
quedó rota. Se la conoce como la Caída, una ruptura con todo aquello que
alimentaba nuestro espíritu y que tanto deseamos reconquistar aunque muchas personas hayan olvidado qué es aquello que añoran.
Los brujos seríamos una raza de
personas a las cuales, en algún momento de aquella larga noche, se nos entregó
un conocimiento que encerraba todas aquellas palabras y símbolos mágicos que
una vez la humanidad conoció. Cuando clavamos la Vara en el centro del Compás y
caminamos en torno, cerrando los ojos o dándole la espalda para aprender a
sentir esas fuerzas sin los sentidos físicos, estamos recordando aquel
conocimiento perdido y restaurando, aunque sea un poco, el orden de aquello que
se fue.
Con una Vara puesta de pie en el
centro, giraremos y rotaremos mirando sin mirar. Es el “Camino serpenteante”
(crooked path) y cuando lo caminas, notas una corriente rápida que recorre tu
piel y te trasciende, como si avanzases en contra del viento.
Era o es muy común girar dando la
espalda a la vara. Esta danza ha sido representada en ocasiones así. Gente
bailando alrededor, cogidos de las manos y de espaldas a la Vara. Es, desde
luego, un culto solar que ha permanecido hasta nuestros días. Por alguna razón
insistimos en este blog en que el Sol es mucho más que lo que nos cuentan.
Tiene conciencia y más poder del que pensamos. Así que, haciéndome eco de las
sabias palabras de Salvador Freixedo, ufólogo, demonólogo y sabio, no adores a
esos diosecillos extraños que pululan por tantos altares neopaganos (la mayoría
de ellos simbolizan el dolor y han actuado de forma salvaje contra la humanidad) y
enfócate en lo que realmente tiene Poder y Sabe quién eres.
Caminar en círculo, hacer la
Ronda, es un proceso mágico grupal que construye energía, que crea vórtices o
Portales a través de los mundos o dimensiones. La vara central nos ayuda a
enfocar la energía, nuestro trabajo y aporta poder a lo que la Vara simboliza.
Incluso aprovechar la energía que se crea para viajar a otras dimensiones, si
te cuesta cruzar el cerco por ti mismo.
Pedazo de articulo... Me ha dejado con una sensación magica...Con un regusto a "Ancestral" muy fuerte. Magistral.
ResponderEliminarDaniel, muchísimas gracias por tus palabras. De veras, me llegan muy dentro. Un abrazo.
EliminarMe gustaria contactarte por ovias razones
ResponderEliminarEstimado Arnulfo, puedes contactarme en brujeriadelcerco@gmail.com.
EliminarGracias Marta, una vez más.
ResponderEliminarMágico atardecer de celebración, días para disfrutar, agradecer y pedir.
Mis mejores deseos, os tengo en mi corazón.
Agrazo.
María.
Querida Marta!!! te debía este comentario desde hace dos días. Lo ví y te escribí, pero al publicarlo se fue por un router a pedales que tenemos y todo lo que había puesto desapareció por no estar conectada en el momento de redactarlo.
ResponderEliminarNo importa, es una barrera pequeña para decir lo precioso que es esta entrada tuya.
la simbología del giro, es tan antiguo y tan mágico, girar alrededor de una hoguera, que limpie aquello que nos sobra es tan antiguo. Parece una tontería, pero el propio juego del Corro de la Patata, siempre me ha parecido algo mágico, un vestigio de una simbología que pierde en el tiempo, hay juegos similares por toda la tierra, que dicen cosas incongruentes y giran como lo hace el Sol.
Girar alrededor de una hoguera cogidos de la mano, simboliza para mí el compartir la luz y el calor, artífices de vida, pero también si te das cuenta es una reducción de nuestro propio sistema solar.
Un abrazo muy fuerte y gracias por todo lo que a muchos como yo, les estás aportando. Ah!!! Y me he acordado que te puse, que deberías de escribir un libro con tus entradas, ya sé que te lo he dicho antes, pero no me canso de decir que sería maravilloso.
Besos guapa!!!!
Así es Ana, es un rito ancestral. Una vez más, la tradición popular es el gran libro abierto en el cual, si sabemos leer entre líneas, podemos encontrar grandes claves que nos permiten conocer conocimientos quizá no tan perdidos como pensamos.
EliminarAnoche fue mágico girar alrededor de la hoguera.
Feliz día de San Juan!
Un fuerte abrazo y gracias.
Que cosas se aprenden aquí, respecto a el detalle de girar en el sentido de las agujas del reloj... JAJAJAJA, puedo decir en el catolicismo te enseñan que girar el la dirección opuesta es cosa del demonio. Más "sabiduría popular"
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