Hace tiempo que llevo reflexionando sobre todo el movimiento Nueva Era y su relación con la Wicca. Pero antes de seguir dando mi opinión sobre este tema, decir que respeto a la Wicca y a los practicantes de esta religión si bien critico a todos aquellos que dicen ser brujos pero no lo son. Quiero dejar esto claro. No estoy criticando a los brujos y brujas wiccanos, solo a los que dicen que practican brujería y lo que hacen es todo menos brujería. Los hay. Pululan por la red y tienen canales. Se dan mucho en el mundo anglosajón.
Encontramos algunas personas que dicen que se llaman wiccanas y brujas que mezclan todo tipo de cuestiones sumergiéndose de lleno en ese cajón de sastre banal, estúpido y superficial que es la Nueva Era. Y resulta que te mezclan todo lo habido y por haber. Por un lado, gustan mucho de hablar del culto a una diosa luminosa, lunar y virginal de puro blanco que es todo bondad, paz y amor y de un dios que en realidad, según ellos, es lo masculino o el sol sin saber muy bien a qué se refieren (ni se te ocurra decir que es el diablo, que se nos santiguan), que estambién súper luminoso y todo paz y armonía. Y aparte añadimos a ese caldero al que le falta, como poco, una pata, una pizca de creencias hindúes, danza del vientre, oráculos angélicos, orgones, inciensos de fresa, piedrecitas de colores, velas de colores, banderitas tibetanas, maestros ascendidos, oráculos preciosísimos cuyos mensajes son todos guays y que los echas y te suben la moral porque nada “malo” te puede ocurrir porque todo en la Nueva Era es luz y es amor y es maravilloso y en cambio la brujería es satánica y da miedito ese ser con cuernos que dice la Iglesia que es lo peor. Y un altar de un practicante wicca Nueva Era es todo en colores pastel y purpurina y siempre te dicen: yo hago magia de luz, yo soy familia de luz, yo trabajo para la luz, y blablabla. Y yo pregunto… ¿Y la Oscuridad con mayúsculas? ¿Dónde dejáis la Oscuridad?

El Dios y la Diosa según algunos
Porque la oscuridad forma parte del ser humano. Porque no existe la luz sin la oscuridad y porque todo en este planeta es dual, tiene dos polos, dos caras de una misma moneda y estos pringados de la Nueva Era borran de un plumazo todo ese conocimiento que es, precisamente, fundamental para poder evolucionar espiritualmente. Y me parece sospechoso y desde luego, eso sí que es satánico porque se está cercenando la esencia misma del ser... Opino que la Nueva Era nos ha bombardeado de información de lo más variopinto precisamente para evitar que la gente profundice en nada desvinculando la espiritualidad de toda su sacralidad y convirtiéndola en objeto de compra y venta.

Típica tienda Nueva Era con de todo... Te fotografían el aura y te
llevas a casa una taza con la imagen de la Diosa. Un sin vivir.
Suelen ser estas personas, precisamente, muy dadas a aconsejar y a creer descubrir los grandes problemas que tienen los demás. Suelen ir de gurúes o maestrillos también ascendidos o en proceso de. Suelen ser personas que recuerdan sus reencarnaciones y normalmente todos han sido Cleopatra, algún rey, princesa, príncipe o sultán, etc. pero ninguno ha sido puta, o ladrón o una persona del común. Una vez coincidí en una mesa con dos reencarnaciones de Tutankhamon y por poco se lía parda. Vamos, que estos súper brujillos tienen una especial habilidad en ver la paja en el ojo ajeno y no el pajote en el suyo propio. Son identificables claramente. Suelen ir vestidos de blanco y se hacen llamar familia de luz. Es que claro ponerte una capa negra como que es satánico y tal. Que el negro, uf, vade retro que es muy chungo. Y es que, que le voy a hacer. Si es que yo soy mala, malísima y súper, súper satánica porque jolín, encima voy y hago el signo de Voor que es ya lo peor del mundo mundial. Me paso el día invocando al mal. Como dice un amigo mío, brujo vudú, solo espero un asiento en primera línea del caldero principal del infierno para ver arder a tanto borderline y mojigato. Claro, no tengo remedio ni quien me lo ponga por eso voy a ir al infierno.
Y volviendo a las deidades New Age... esa diosa a la que adoran es una diosa irreal. La Gran Madre Tierra, que sí es la Diosa, no es nada virginal porque copula para parir seres humanos y animales, porque es la tierra negra en la que brillan los minerales más preciosos y más toscos, es la tierra en cuyos subterráneos crecen negras y peludas raíces que dan sustento a los árboles más altos, es lecho para nuevas semillas, nuevas ideas, nuevos seres y por ello es bondadosa porque nos deja cosechar los alimentos que permiten nuestra supervivencia, porque de entre sus muslos nacen todos los animales que nos alimentan, porque de ella venimos todos, porque es maravilloso sentirla, contemplar su rico espectáculo de paisajes, de puestas de sol, de amaneceres, que sí es cierto que nos quiere porque si no fuese así hace tiempo que se nos habría sacudido de encima... Pero la Madre Tierra es también un terremoto o un tsunami que mata a cien mil personas de una sacudida, un huracán despiadado que deja anegados en agua inmensos terrenos, es sequía, es frío, es lucha por la supervivencia… La Madre es también Oscuridad y el brujo lo sabe, lo acepta y practica el Viejo Oficio sabiendo lo que hay. Por eso los dioses y diosas a los que invocan los brujos de verdad son también ctónicos, númenes oscuros que viven en el inframundo y en la oscuridad. De ahí y por eso surgen, por ejemplo, el culto a Hécate, a la Santa Muerte, al viejo Nick o diablo, también conocido como el Señor Oscuro. (Si alguien quiere ver en esto que digo que soy satánica, le invito a irse de mi casa porque no es bien recibido. Lo satánico es, precisamente y entre otras muchas cosas, ignorancia. Es la antítesis de lo que yo y otros brujos hacemos).
Hékate
Me parece bien que invoques a los unicornios porque tengas un oráculo de los mismos (yo tengo uno precioso y lo consulto, pero eso no es mi Oficio, no es brujería. Ha de tenerse en cuenta y uno ha de saber bien qué se trae entre manos). Y me parece bien que invoques a los ángeles si eres cristiano. O que invoques a los Maestros Ascendidos (esos misteriosos y tenebrosos seres que han surgido como champiñones al amparo del siglo XIX y que no dicen más que sandeces y tienen a la peña confundida y loca de remate) allá tú, o a quien te dé la gana, pero lo siento, lo tuyo no es Brujería, colega. Brujería es otra cosa.
Me parece gravísimo lo que está haciendo la Nueva Era y no puedo sino pensar que una mente maquiavélica, psicópata y malvada está detrás de ese engendro. Porque, ¿quién ha privado al ser humano precisamente de su parte más enigmática e interesante?
Detalle altar de la Santa Muerte
Precisamente los que nos llamamos brujos sabemos que es en la Oscuridad, en esos caminos apenas transitados, esas sendas que transcurren paralelas al camino que sigue la mayoría, donde está la oportunidad de crecimiento, donde se encuentra el escondido, apenas visible, tenue pero siempre enigmático Fuego de Astucia. Es la sombra la que nos permite crecer como seres humanos, no como borregos al servicio de mercachifles que nos venden baratijas y estupideces que supuestamente te van a salvar. Porque si te compras el cristalito tal resulta que tu vida va a cambiar, se te va a limpiar todo el karma chungo y todo va a ir a pedir de boca previo pago de 200 eurillos de nada que cuesta la piedrecita de marras. Y eso es echar balones fuera y no coger al toro por los cuernos. Aparte de una actitud ante la vida infantiloide porque esperamos que venga algún portento de fuera a librarnos de todo mal. Seamos adultos y saquémonos nosotros mismos las castañas del fuego y sepamos pedir la ayuda cuando sea necesaria, que se nos da pero en el universo no se regala nada si no hay un esfuerzo y trabajo previos. Y ese trabajo ha de hacerse con humildad porque si no, no te va a funcionar.
Para mí la brujería es un camino personal. Un camino de autoconocimiento. Un proceso de constante transmutación interna que a veces puede resultar agotador. Porque si quieres saber, has de leer mucho, practicar mucho más, cruzar el cerco y adentrarte en lugares donde toda referencia se pierde. Se pierde siempre porque si no, no es brujería. Ser brujo es ir por libre. Y es un intento incesante por conocer las leyes del Universo, esas que sistemáticamente se nos ocultan, aprender como funcionan a fuerza de equivocarte y de volver a equivocarte hasta que un día todo cuadra y surge la magia y los hechizos los escribes desde el alma. Es precisamente en la sombra donde yo he encontrado el camino que me ha permitido llegar hasta hoy. Es precisamente, a la luz de las antorchas de la Vieja Hécate, donde vislumbré el camino de la brujería tradicional que es, en esencia, mi propio ser.
Detalle altar propio. La calavera es de un cabrón que
encontró un amigo en el campo y me ha regalado.
Disculpeseme la vehemencia. Ha sido una catarsis. Muchos años aguantando gilipolleces. Soy sagitario y no puedo evitar encenderme ante las cosas que me parecen injustas, absurdas y sobre todo, sobre todo, tontas.
Pues nada, como veis, vuelvo a retomar el blog. Lo he tenido abandonado porque estaba solucionando un asunto que ya he conseguido solucionar. El tema absorbía toda mi energía y ahora entra aire fresco y también aire del inframundo, del Hell, a iluminar y guiar mi espíritu y a partir de ahora actualizaré mínimo una vez a la semana. Tenemos mucho que decir sobre brujería y todos sois invitados a participar.