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martes, 14 de octubre de 2014

Las Arañas


Los gansos comienzan a volar hacia el sur. El viento y el frío van haciendo acto de presencia y los días se acortan cada vez más. Las noches, por el contrario, se alargan. Es el otoño, una estación que me encanta porque no solo inspira sino que invita a la introspección y a la reflexión.

La Gran Madre se despoja de sus hojas. Los días son más tranquilos que los bulliciosos días del verano y de lejos viene el olor de las fogatas, de los puestos de castañas y boniatos y de las primeras chimeneas que algunos ya encienden al atardecer. Ha comenzado el frío y estamos adentrándonos en la Mitad Oscura del año, tiempo de presagios y de prodigios.

Por eso hoy vengo a hablaros, dentro de la sección “Animales sagrados”, de la Araña, un animal que a muchos repele pero que a mí siempre me ha caído bien. Recuerdo que de pequeña me gustaba que hubiese arañas en la habitación. Las consideraba mis amigas y me hacían compañía. Me daba miedo la oscuridad pues desde niña pude ver muchas cosas y algunas me asustaban. Pero ahí estaban las arañas, toda la noche pululando por el techo o por las paredes. Me gustaba encender la luz y verlas corretear por el techo y tejer sus telas de araña. De hecho, casi nunca dejaba que en casa se limpiasen las esquinas de telas de araña.

Nunca debemos matar un animal. Aunque nos dé miedo o repelús, es mejor que tratéis de echarlo de la casa sin dañarlo o pedir ayuda a alguien que lo pueda coger y sacar gentilmente. Una de las cosas que me ha enseñado mi oficio como bruja del cerco es a darme cuenta y valorar en consecuencia la importancia que tiene todo en la naturaleza. Y es que nada sucede por casualidad.

Todos los animales tienen un significado en este mundo, una razón de ser. Cada ser tiene una forma de conciencia, pero ninguna es mejor ni peor. Son distintos grados de evolución y desde algún ángulo de la realidad, seguramente se nos esté escapando el profundo valor que contiene todo.

La araña es un ser misterioso dotado de profunda significación y variados matices que puede aportarnos mucha información cuando estamos abiertos para recibirla. Simboliza la energía femenina y la creatividad en esencia. Su principal señal de identidad es su capacidad para tejer complejas telas de araña, un milagro de ingeniería orgánica.

Si sueñas con una araña o comienzas a verlas en tu vida de forma sincrónica, no lo achaques a la casualidad ya que, como antes explicamos, ésta no existe. Sería positivo que la considerases como un espíritu guía. Al igual que la araña diseña y teje una tela maravillosa, quizá tengas a tu disposición ideas complejas y sólidas que están esperando manifestarse en tu vida, que las canalices y exteriorices. Cuando hablamos de energía femenina, ésta aplica a los hombres también pues nos referimos solamente a un aspecto creativo dentro del ser humano, sea éste hombre o mujer.


La araña simboliza el espíritu creador. De hecho, para algunas tribus de indios americanos la araña es considerada el símbolo del Gran Espíritu que creó el universo.

Al igual que la araña espera pacientemente su presa, y aquí hablaremos por supuesto de una presa simbólica, la presencia de este animal como tótem vuestra vida podría estar sugiriéndo que tengáis más paciencia en un proyecto o idea. Dedicar más tiempo a una idea, prestarle más atención y buscar el tiempo necesario para alimentar vuestro espíritu desarrollando ese proyecto creativo.

Son tejedoras del destino. Están asociadas a todos los mitos germánicos y del norte de Europa asociados con el destino. La araña considera todas las partes y aspectos de tu vida y los sitúa en un todo. Su propósito es inspirarte e insuflarte perspectiva ante una situación, un proyecto, una actitud o una forma de pensar.


Además, una araña nos aporta el equilibrio entre el pasado y el futuro, entre lo físico y lo espiritual, lo masculino y lo femenino. Nos ayuda a despertar capacidades artísticas profundas porque las arañas son las guardianas del alfabeto primordial. Puede ser también que estén hablando a tu inconsciente, tratando de averiguar si estás ignorando tus ideas o proyectos. A menudo, las personas que se dedican a la escritura, suelen ver arañas o éstas se manifiestan con frecuencia en su vida. 

Nota: lamento no haber estado por aquí en un tiempo. Debido a la enfermedad de un familiar, no me ha sido posible atender prácticamente ninguno de mis asuntos cotidianos. De ahora en adelante todo volverá a la normalidad. Ruego me disculpéis. 


Las Arañas - (c) - Marta Ruescas

sábado, 24 de mayo de 2014

El Sapo y la Bruja


El sapo es un animal estrechamente relacionado con el folklore de la bruja. En las imágenes arquetípicas de la bruja o el brujo, éste aparece normalmente cerca de un caldero humeante. Al igual que el gato negro y el cuervo, que contempla su quehacer desde una alta viga de madera. Pero realmente no se sabe a ciencia cierta el origen de esta relación.

Fue la Alquimia la que por primera vez asoció al sapo con la parte más oscura de la experiencia humana. El sapo negro, en alquimia, representa la materia primordial que tiene que ser transmutada. De esta precisa idea proviene el cuento de El príncipe y la rana, recopilado por los Hermanos Grimm. Supongo que todos conoceréis la historia pero resumiendo mucho, una princesa besa a un feo sapo y este se convierte en un apuesto príncipe. Como todos los cuentos llamados de hadas, existe aquí un conocimiento iniciático muy profundo que nos muestra, a través del símbolo cuyo significado es prohibido para el profano, la transmutación de la Obra, la transmutación del espíritu de tosco a eterno. Este Arte es la forja, la conversión del hierro en obras de arte de gran flexibilidad y dureza al mismo tiempo.

En la antigua Grecia, Roma y en Escandinavia el sapo representaba el útero de la mujer. A causa de este simbolismo, el sapo se convirtió en símbolo de la partera o comadrona y probablemente parte de ese origen su asociación con la brujería. Las parteras eran grandes expertas y conocedoras del organismo femenino y, por supuesto, de hierbas que sanaban o ayudaban a abortar. Daban la vida, ayudaban al ser humano en su tránsito hacia la vida, pero también hacia la muerte. Normalmente eran también requeridas en trances de muerte.


En algunas zonas de Europa había pequeñas estatuillas de sapos que eran dejadas en lugares sagrados por las mujeres en busca de ayuda y fertilidad. Dentro de la cultura gitana, se dice que la Reina de las Hadas vivía en un castillo que tenía forma de sapo dorado.

Durante la Edad Media, la superstición asociaba en Europa al sapo con la figura del diablo cristiano. Se pensaba que el sapo era capaz de envenenar a la gente y que estaba habitado por el espíritu familiar de una bruja. En el folklore se instaba a sacar a los sapos de las casas con sumo cuidado por miedo a la ira del espíritu de la bruja que habitaba en él.

En el folkore de Euskadi así como en los Pirineos, se identificaba a una persona como bruja si esta tenía en la piel una pata de sapo. Se creía que la saliva de un sapo era especialmente dañina por ser venenosa. Se pensaba incluso que el sapo escupía fuego. Un animal tan terrible como la propia bruja, la cual se pensaba también, utilizaba al sapo en su adoración al diablo, echándolo en su caldero para fabricar pociones y conseguir la invisibilidad o viajar al sabbat. Los sapos segregan por la piel una sustancia blanquecina y venenosa llamada bufotenina, popularmente conocida como “leche de sapo”, con propiedades alucinatorias y utilizada, probablemente, como ungüento volador.

A su vez era creencia popular que la visión de un sapo era un presagio de muerte. También eran invocados en encantamientos, ritos y canciones que llaman a la lluvia. Podríamos citar muchos más ejemplos del folklore asociado al sapo porque es abundantísimo en Europa.


Como podéis ver, el sapo es un animal relacionado con la muerte y con lo femenino por lo que estamos ante un animal que simboliza la transmutación, la transformación. Es activo de noche  por lo que, como otros animales, está conectado con las energías lunares y con la Gran Madre. Vive en dos medios, el agua y la tierra por lo que es un animal capaz de viajar entre dimensiones. Por extensión, su capacidad de moverse en la oscuridad y esta habilidad de vivir en dos medios lo asocian con los misterios de la vida y con lo desconocido, territorio afín a la brujería, que siempre nace y se mueve en senderos escarpados y oscuros. 


El sapo como animal totémico nos recuerda que la naturaleza es trascendente en nuestras vidas. Símbolo de transición y transformación podemos trabajar con él en momentos de cambio. Se le asocia, a pesar de que vive también en tierra, con el elemento agua por lo que conecta con el mundo de las emociones y, como hemos dicho, con las energías femeninas y lunares así como con los procesos de renovación, limpieza, sea esta espiritual o física. Próximamente veremos qué prácticas mágicas existen asociadas al sapo.  

Fuentes:
  • Toad. Man, Myth & Magic, E. A. Armstrong. Richard Cavendish Ed. (1.983)
  • Primitive believes in the North East of Scotland. Longmans. (1.929)
  • Cunning folk and familiar spirits. Emma Wilby. Sussex Academic Press. (2005)

martes, 6 de mayo de 2014

El Lobo y la Brujería II


Hace unas semanas hablamos del lobo en una primera parte de este post, llamada también El lobo y la brujería. Cada animal posee una simbología o poder especial. A través de un estado alterado de conciencia, además de con determinadas prácticas psíquicas, los chamanes de las antiguas tribus adoptaban posiciones y creaban formas de pensamiento que imitaban a sus animales totémicos o protectores. En ocasiones, efectuaban danzas rituales donde imitaban el comportamiento del animal invocado hasta hacerlo propio.

No obstante, transformarse en un animal requiere de práctica y ciertos conocimientos pero todos podemos comenzar sentándonos en un lugar tranquilo, cerrando los ojos y conectando con el animal en el cual deseamos transformarnos. ¡Es un comienzo!

Conectar con el lobo, aparte de lo dicho anteriormente, te ayudará a entender cuáles son los territorios sagrados del bosque y de tu conciencia. A no luchar en vano sino a desarrollar y generar la fuerza y la seguridad en el momento adecuado. A defender tu territorio cuando esté amenazado y a restaurar el orden y la armonía cuando sea necesario. Te ayudará a comprender que la verdadera libertad requiere de disciplina, a confiar y a aprender de tus percepciones o instinto, a escuchar con sensibilidad, a olisquear el peligro pero sobre todo te transmitirá el sagrado conocimiento de que uno es el propio dueño de su vida. Porque ellos saben que una decisión u otra cambiará su destino. 

Para conectar con los espíritus de la naturaleza y con los animales necesitarás silencio. Aprenderás algo importantísimo cuando conectes con cualquier animal salvaje y es a respetar y venerar las cualidades de tu presa. En la naturaleza existe un equilibrio sagrado. Es el equilibrio entre el cazador y su presa y sin esta comprensión básica, se produce la ruptura con lo espiritual y con lo sagrado, se produce la depredación y la devastación. Lo que ha sucedido en este planeta es que se está cazando sin respetar el equilibrio sagrado y delicado entre la presa y el cazador. Se han roto las sagradas conexiones y por lo tanto, la supervivencia del ser humano como ser espiritual. 

Cuando el lobo sale a cazar, lo hace sabiendo por qué lo hace. Cada paso que da, cada emboscada, cada lametazo a una de sus crías, cada arañazo al enemigo está hecho con conciencia. El lobo lleva en la sangre el sentimiento básico y primitivo de pertenencia a una Gran Madre, a un Gran Espíritu, a los elementos, a los animales, a la naturaleza, al sol, a las estrellas, al cielo azul y al oscuro, al agua y al viento… Nosotros eso lo hemos olvidado.


Existen muchas leyendas sobre los lobos y la luna pero a mí hay una que me gusta especialmente. Considero que no ha sido demasiado contaminada por el espíritu biempensante occidental y guarda, entre sus palabras, muchos secretos sobre el mundo invisible.

Cuenta una leyenda de los índios Innu, en la península del Labrador, que la luna tenía un amante llamado Kuekuatsheu. Ella y Kuekuatsheu vivían felices en el mundo de los espíritus y cada noche miraban juntos el cielo lleno de estrellas. Pero un mal día llegó un espíritu llamado Trickster, celoso del amor de ambos porque quería a la luna sólo para él. Entonces le dijo a Kuekuatsheu que la luna quería flores y le dijo que bajase a la tierra y juntara flores para ella. Kuekuatsheu bajó a nuestro mundo a buscar las flores para su luna amada pero cuando quiso regresar no pudo hacerlo. Se dio cuenta de que no podría volver al mundo de los espíritus pues todo aquel que lo abandona jamás puede volver.

Cada noche de luna llena los lobos aúllan con fuerza porque Kuekuatsheu quedó atrapado en el espíritu de los lobos para siempre. Y cada noche, la luna ilumina los claros para que ellos vayan a su encuentro, pues busca a Kuekuatsheu. Vive en un mundo al que no pertenece. 

lunes, 7 de abril de 2014

El Lobo y la brujería


Hubo un tiempo en que al lobo se le temía. Hoy todavía se le teme, a pesar del tiempo transcurrido pues la vida de los lobos recuerda a la vida de las brujas y a su actividad, siempre perseguida, calumniada, gravemente amenazada y exterminada en tantas ocasiones. En 1.840 el lobo existía por toda la península. Después de casi dos siglos de persecución sistemática, tan solo quedan ejemplares de lobos en el noroeste de la península, con un 90% de ejemplares en Castilla y León, una pequeña zona del Sistema Central y algún ejemplar en Sierra Morena.  Exactamente y según datos de 2014, quedan 750 machos reproductores más los grupos o familias de ejemplares en proporción. Pero hoy no queremos hablar de estos datos que producen tristeza sino evocar aquellos tiempos en que estos correteaban libres por las sierras y aullaban a la luna en los claros de los bosques, cuando la gente los escuchaba aullar en el silencio de la noche y los brujos salían a su encuentro.

En los pueblos de montaña se construían casas con tejas del lobo o espantabrujas, que consistían en una teja convexa dispuesta en una esquina del tejado. Esta teja, cuando soplaba el viento helado en las noches de otoño e invierno, provocaba un silbido similar al de los lobos anticipando la posible presencia de una jauría. Si los lobos andaban ciertamente cerca contestaban por equivocación y el pastor salía a buscarlos. Todo el folklore relacionado con el lobo es fascinante.  

Teja de lobo. Casa Torre de Igea (La Rioja)

El lobo es un animal asociado a Hécate, fuerza asociada a lo subterráneo, a lo oculto y a la noche. Ya hablamos en su día de ella pero hoy recordamos que uno de los animales junto al cual es siempre representada es el lobo, para ser exactos, dos lobos negros que corretean siempre a su lado, con los ojos encendidos como antorchas, recorriendo los bosques oscuros de nuestra psique y de nuestro espíritu.

Son asociados al mal y a la destrucción. Los ganaderos achacan a su presencia la desaparición de, según ellos, muchas cabezas de ganado. Si bien parecen olvidar que lo que realmente diezma sus poblaciones de ganado son las propias inclemencias del tiempo, han tomado al lobo como cabeza de turco y pagado con él todas sus desgracias injustamente. El dinero es lo que mueve y activa la maldad humana. Una tormenta no les indemniza pero echarle la culpa al lobo es la forma más sencilla de cobrar las indemnizaciones. E igualmente se hizo con los brujos y las brujas. Cuando una cosecha se estropeaba, un niño enfermaba, se moría el ganado, granizaba o hacía tormenta, era cosa de brujas. Así siempre se elegía a víctimas inocentes como parteras, hierberas o pastoras y se les acusaba de tantos males. Exactamente como se hace con el lobo así que no es de extrañar que se haya equiparado a este noble y admirado animal  con la figura de la bruja. Y digo yo que a mucha honra pues no existe animal más noble, intuitivo, valiente, resistente y amoroso con su prole que el lobo.

El lobo y la bruja han sido acusados de ser malvados, agresivos, rencorosos y asesinos. Injustamente, siempre injustamente pues si bien existen tantos tipos de brujos como personas hay, no creo que el espíritu de un hombre o mujer que venera a la Madre Tierra y al dios Sol albergue esas iniquidades de la que se nos acusa desde hace cientos de años.

Existe un caso muy famoso de una bruja juzgada por la Inquisición en el siglo XVII. El caso está documentado. La mujer, nacida en Llanes (Asturias) se llamaba Ana María García y era conocida como La Lobera. Era una pobre mujer analfabeta abandonada de muy niña y maltratada por todo aquel que se cruzó en su camino. La vida la llevó a vivir al monte, en compañía de pastores trashumantes y por avatares de su malhadado destino fue acusada, entre otras cosas, de tratar con siete lobos de diferentes colores que en realidad eran demonios disfrazados a los que guiaba y mandaba causando daños en los ganados y propiedades de todos aquellos a los que quería mal. Aquí vemos un ejemplo muy gráfico de lo explicado.

El lobo es arquetipo de lo salvaje, entendiendo por salvaje lo que no está domesticado, lo que no es sumiso y entregado, moderado y aceptado socialmente. Por eso la bruja y el lobo corretean a la par. Porque son anárquicos y se mueven mejor en la oscuridad. Lo hacen por pura supervivencia, pues a la luz del día saben que son blanco fácil. Aunque también lo hacen porque por la noche se trabaja mejor. Hay más silencio y para trabajar en el astral hay menos interferencias. Los animales, especialmente los gatos y los lobos, son grandes viajeros del astral. 

Siempre que quieras trabajar e invocar la fuerza de la inteligencia, la astucia y la capacidad de resolver un problema, invoca al lobo. Si sabes cruzar el cerco, conviértete en un lobo. Ya hablaremos pronto de cómo se hace la shapeshifting o la transformación en un animal. Hoy comenzamos a hablar de lo que simboliza en brujería y chamanismo el lobo, como podemos trabajar con él e invocarlo para adquirir sus características más positivas.

El lobo nos recuerda que existe dentro de nosotros un espíritu que es salvaje y libre. Nos hacen creer que somos civilizados en el sentido de que vivimos en comunidad y hemos aceptado unas normas de convivencia, pero eso no significa que no viva dentro de nosotros una criatura que es salvaje y que está deseosa de salir de vez en cuando a estirar las patas. De ahí nuestra inclinación hacia lo dionisíaco, hacia lo lúdico, lo promiscuo y lo prohibido. Eso no es malo, todo lo contrario. Es precisamente la religión y la sociedad la que los convierten en malos pues son territorios donde el ser humano se hace menos dócil y, por lo tanto, menos controlable.

Cuando ves un lobo, cuando tienes sincronías o “señales” con lobos, cuando sientes la necesidad de invocarlos, atento pues nunca nada obedece a la casualidad. En el mundo espiritual, la presencia de un lobo puede estar indicando la presencia de una inteligencia aguda, la conexión con la naturaleza instintiva, deseo de libertad, necesidad de expresión y creatividad, pues el lobo es un animal muy creativo, la presencia de una amenaza en tu vida o la pronta traición de alguien en quien confías.

El próximo día seguiremos hablando de todo lo que representa para nuestro trabajo como brujos o chamanes la presencia del lobo. Quizá elucubremos también sobre por qué aúllan a la luna. 


lunes, 6 de enero de 2014

Animales Tótem de la Brujería: el Mirlo


Desde tiempo inmemorial ciertos animales han sido reverenciados como espíritus de la naturaleza y eran conocidos por los Antiguos como Animales de Poder o Animales Totémicos, guías de los dioses. De hecho muchos de los dioses antiguos fueron asociados a algunos animales como el sapo, el lobo, la cabra, el gato, el búho, etc.

Los chamanes saben que todas las cosas y seres, especialmente los animales, poseen un espíritu y que mediante complejos rituales de imitación del comportamiento de estos animales, rituales que consisten en vestir las pieles del animal, plumas, cuernos o máscaras con apariencia feroz mientras se representan danzas que imitan los movimientos y comportamiento del animal, los hombres y especialmente los chamanes pueden atraer ciertas habilidades y poderes del espíritu del animal imitado. Si bien esta técnica se conoce como Shapeshifting (podríamos traducir como metamorfosis), hoy no vamos a entrar en esta interesante parte de la brujería sino que inauguramos una sección en la que hablaremos de los animales que son importantes para la brujería. La nueva sección, como habéis podido descubrir, se llama "Animales tótem de la brujería".

No olvidemos que la brujería bebe en sus orígenes del chamanismo, si bien establece, con el paso del tiempo, un sistema de creencias algo diferente. Por ello no es difícil encontrar a brujos y brujas que tenemos una serie de animales totémicos con los que trabajamos de forma natural pues estos, aparte de su fuerte carga simbólica en nuestro sistema de creencias, nos ayuda a establecer vínculos entre dimensiones.

Hoy vamos a hablar del mirlo, un pájaro completamente negro, con el pico amarillo, un círculo amarillo alrededor de los ojos y que posee un amplio repertorio de cantos.


Una de las características más importantes del mirlo es que es un pájaro que canta al atardecer y al amanecer. Incluso antes de que podamos apreciar la salida del sol, el mirlo comienza a cantar anunciando su próxima salida por el este. Si recordáis, en este blog hemos hablado de los lugares liminares, es decir, espacios límite o de frontera. Justo el tiempo de tránsito entre una etapa del día y otra, el mirlo comienza su canto. Por esta razón se cree que los mirlos son animales del otro mundo y siempre se ha dicho que despiertan a los muertos y tranquilizan a los vivos para que puedan dormir, un indicio de que una de las capacidades más importantes del mirlo es facilitarnos los sueños lúcidos y la comunicación con los espíritus y demás dimensiones espirituales.

El mirlo es especialmente sagrado para los herreros. Debido a su capacidad de golpear las conchas de los caracoles y las nueces contra las piedras, tal como hace el herrero con el yunque. Debido también a su plumaje negro como el carbón, se le asocia a los dioses y fuerzas de la herrería, como Túbal Caín.

Los mirlos son animales territoriales y el conocimiento popular dice que si se ven dos mirlos juntos es considerado señal de buena suerte. Asimismo, si un mirlo construye su nido cerca de tu casa, establecerá un vínculo contigo. Tan sólo tienes que ser capaz de establecerlo tú con él, por supuesto.