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viernes, 28 de noviembre de 2014

El Retorno de la Cacería Salvaje


La muerte es el comienzo de una nueva vida, una forma de ser. Es un tránsito hacia otras realidades a las que ninguna de las religiones existentes en la Tierra alcanza a poner nombre ni a describir certeramente. Por la experiencia de muchos años de estudios, mis viajes al otro lado del cerco, infinidad de lecturas y de no poca investigación de campo en el ámbito de lo paranormal, llego a la conclusión, entre otras cosas, de que la vida en el más allá es muy compleja porque en ella se suceden muchas etapas, muchos mundos o dimensiones por las que el alma o espíritu ha de pasar.

Parece ser que sí se produce esa revisión de la vida junto a un Ser luminoso que te ayudaría a comprender todo lo realizado en base a unos parámetros que se me escapan si bien intuyo que lo más importante debe ser el interés en la propia evolución de uno mismo y en el afán de conocimiento, algo que por lo visto, en esas dimensiones elevadas es de una importancia vital. Entiendo también que la envidia es una forma de involución que arrastra a muchas gentes a dimensiones muy bajas, algo que se ha venido en denominar "dimensiones infernales", porque estas personas perderían su camino al perder la referencia de ellos mismos y enfocarse en vivir vidas ajenas. Todos somos diferentes pues nacemos con capacidades y características únicas y nuestra experiencia vital ha de ser necesariamente diferente. Digo esto porque muchos fallecidos transmiten mensajes con respecto a esta cuestión. Asimismo, en esa revisión de la vida se da mucha importancia a las pequeñas cosas, aquellas que son esenciales y no esos asuntos del ego a los que tan aficionados somos a darles tanta importancia.

Muchos se marchan de aquí, siguen su camino hacia otras etapas evolutivas. El Cielo, como tal, no existe. Son otros mundos y existen tantos como personas o seres vivos existen. Es un universo multidimensional. Quizá en una etapa muy elevada exista un encuentro con esa Fuente creadora universal al que muchas religiones llaman Dios, pero desconozco si se producirá.


Pero otros muertos no se marchan. Se quedan aquí, en una dimensión intermedia entre esta vida terrenal y otras, una zona en la que los médiums y otros expertos han denominado "interfase", una especie de realidad virtual en la que los fallecidos siguen desarrollando las tareas que hacían en vida y mantienen su misma personalidad, sus mismos miedos, sus sueños y en definitiva, su forma de ser. Pero es una zona de frontera. Una zona donde algunos espíritus residen y otros han de atravesarla para llegar hasta aquí y otros, desde aquí, cruzarla para llegar al otro lado. Y aquí entramos dentro del asunto que nos ocupa y es el por qué regresan los muertos y por qué en los antiguos conocimientos paganos aparece reflejado, de forma machacona, la querencia de los fallecidos a regresar del mundo en el que viven y penetrar en el nuestro. Es evidente que lo hacen y uno de esos conocimientos tan antiguos es la presencia de la Cacería Salvaje o la Tropa de Odín en las noches del otoño más avanzado y del invierno. En este post  hablamos un poco el año pasado sobre ello. Este es un conocimiento ancestral para la brujería tradicional.

Es en la época más oscura del año cuando el fenómeno se manifiesta. Suele suceder en lugares apartados y aunque la Cacería Salvaje tiene abundante folklore asociado por toda Europa, también se da en España. Es una tropa fantasmal que recorre el cielo en medio de una gran algarabía, un estruendo de batalla, a veces instrumentos musicales, ladridos de perros, relinchar de caballos y voces humanas que parecen confundirse con el trueno si bien el fenómeno se ha dado innumerables veces en noches en los que no se había desatado ninguna tempestad.

Previo a su aparición sucede un silencio pesado, denso. En ese momento parece que la naturaleza deja de respirar pues todo se detiene. No se escucha al viento mover las ramas de los árboles ni las hojas, ni los pasos de los animales, los crujidos del suelo, el sinfín de ruidos que se dan en el campo. Los característicos ruidos de la noche cesan… El silencio es tan llamativo que parece ser que te pone en estado de alerta, pues es el silencio que precede, y nunca mejor dicho, a la tormenta. Suele ocurrir con los fenómenos paranormales, sean estos del tipo que sean. Siempre vienen precedidos de un silencio fuera de lo normal. El antropólogo José Luis Cardero afirma que es como si se abriese una grieta a otra realidad, una toma de contacto entre nuestra dimensión y la otra. 



Una vez cesa el silencio, aparece la hueste de Odín. Es un fenómeno visual y sonoro: se escucha un estruendo, como si un ejército estuviese enfrentándose en el aire. Estos fantasmas corren por el aire sobre diversas cabalgaduras y son guiados por algún tipo de ser sobrenatural según las descripciones de los testigos. En Escandinavia dicen que es Odín quien los guía, en Italia la conductora del fantasmal ejército es Herodias (estregonería), en otras zonas es Hécate y en todo el ámbito germánico en ocasiones se dice que es la Dama Holda o en las zonas de los Alpes (Austria y Suiza, también sur de Alemania) se trata de Perchta. Seres que recorren el cielo y parece ser que vienen a hacerse ver o a hacerse notar, como dijo Carl Gustav Jung, por los vivos. Si os fijáis, son todos seres estrechamente vinculados con la Magia. Seres mágicos conduciendo ejércitos de muertos, al igual que los chamanes, que entre sus muchas labores está la de conducir las almas de los muertos al Otro Lado.

Se da la circunstancia de que la representación de la Caza Salvaje se ha encontrado en diversos petroglifos gallegos por lo que estamos ante un evento que se remonta al Paleolítico, algo que siempre ha estado aquí, entre nosotros. Estos fenómenos podrían estar asociados a lo que se conoce como el segundo paso crepuscular del sol, ritos asociados al momento del descenso del sol, tiempo después del mediodía, hasta que éste se oculta en el ocaso. De nuevo nos encontramos con un espacio liminal o de frontera y aquí surge la Tropa Salvaje, guiada por un ser psicompompo, es decir, que conduce a las almas al Otro Mundo.



Muchos muertos vuelven por muy diversas razones, tantas como la vida misma. Venganzas, apegos a las propiedades, a las personas, sentidos del deber, dar una información o mensaje de importancia a alguien vivo, señalar donde dejaron un dinero o un tesoro, secretos inconfesables, desconocimiento del estado en el que están…


Nuestra tradición bruja así como el chamanismo que se da en todas las culturas de la tierra considera que la muerte no existe sino que es un cambio, una transmutación hacia otro estado de ser. En esos mundos habitan todos estos seres, personas que un día estuvieron aquí. Si se nos señala con tanta insistencia esos tránsitos y esos movimientos nocturnos es por algo pues nada obedece a la casualidad. La presencia de estos seres en el cielo, guiados siempre como hemos dicho, por un ser psicopompo, no se manifestaría con la intención de aterrorizar sino de servir de testigo fiel de esa trascendencia humana. 

domingo, 29 de diciembre de 2013

La Cacería Salvaje


En todo el norte, centro y sur europeos, en cada valle, cada pueblo y rincón perdido de las montañas encontraremos la misma historia, repetida de una y mil maneras pero coincidente en algo: un fenómeno portentoso surca, en las frías y oscuras noches del solsticio, el cielo helado. Desde el calor de los hogares, una tremenda y furiosa algarabía parece vociferar entre las cumbres de las montañas y su rugido salvaje reverberar en las tranquilas aguas de ríos y lagos.

Desde hace siglos se cuenta la misma leyenda. Algo que se mueve por la noche y por el cielo desde épocas remotísimas. Un grupo más o menos numeroso de jinetes, con indumentaria de caza o militar, recorre el cielo sobre caballos y acompañados de perros fantasmales. Parecen perseguir a algo o a alguien pero desde luego su paso es de todo menos sigiloso. En movimientos como sincopados, fustigan a sus espectrales monturas. Un enorme estruendo que acompaña rayos, truenos y vientos huracanados acompaña a la Cacería Salvaje, siempre guiada por un espíritu mitológico. Las gentes europeas dicen que son muertos, almas perdidas, dioses relegados al olvido los que recorren el cielo en las noches del invierno. Normalmente estos ejércitos fantasmales estaban conducidos por el dios germano, Odín. De hecho a la Cacería Salvaje se la conoce como La Tropa de Odín, entre sus muchos nombres.

Decían algunos que eran grupos de almas en pena, de demonios guiados por la Dama Holda, por la Perchta y según los cristianos, algún dios pagano y temible proveniente del infierno. Todos aquellos que la veían corrían despavoridos a esconderse pues su mera visión o situarse a su paso era aviso y premonición de muerte. En no pocas ocasiones, además, la Tropa de Odín anunciaba la llegada de alguna calamidad, desgracia o enfermedad.

Si bien podríamos pensar en que el origen del mito son las tormentas y las tempestades, muchos acontecimientos, ligados a la aparición de la Cacería Salvaje descartan ese origen simplista que tanto gustaría a un científico oficialista. Existe tal número de testimonios y tradición sobre la Cacería Salvaje que podrían llenarse varios libros para recoger toda la casuística, tradiciones y leyendas como para ser un mero mito o leyenda originados en el imaginario colectivo.  El fenómeno era algo real pues a su paso hasta las vacas dejaban de dar leche durante varios días y los perros ladraban y huían enloquecidos.


Si hace una semana hablábamos de la Santa Compaña, hoy hablamos del origen de esta congregación fantasmal que recorre los bosques que aún, y esperemos que por mucho tiempo, quedan en pie. Con la llegada del cristianismo, la Cacería Salvaje se transformó y pasó de surcar los cielos a recorrer, precedida de un silencio denso y misterioso, los caminos de tantos y tantos lugares que aún hoy, son testigos de su enigmático paso. Mi personal punto de vista es que existen otras dimensiones que se solapan con la nuestra y que, ciertas personas, tienen la habilidad o facultad de detectarlas. En ocasiones, esas dimensiones se entrecruzan con la nuestra y se dejan ver y oír. La Tropa de Odín es algo que durante un tiempo no tuvo ningún problema en manifestarse o quizá no ha dejado de hacerlo y solo somos nosotros que hemos dejado de escuchar, de ver y oír con los ojos del espíritu, que es el que lo ve todo.

El origen de la Cacería Salvaje y sus peculiares características evolutivas  se halla, además, en una serie de herencias culturales que pueden rastrearse hasta las tradiciones chamánicas heredadas del Paleolítico, cultos de cofradías y asociaciones secretas de guerreros, las celebraciones asociadas a los tránsitos estacionales y a las actividades extraordinarias de personajes mitológicos de carácter psicompómpico, es decir, capaces de conducir el alma de los muertos hacia las regiones del Más Allá. La Tropa de Odín está, desde luego, asociada a los muertos y a su actividad cuando dejan este mundo y tiene que ver con los cultos y creencias en los difuntos.

Todas las celebraciones y costumbres ligadas a los carnavales, fiestas populares de determinadas épocas del año y todas las actividades nocturnas ligadas a los cielos y al invierno tienen su origen en esta Cacería Salvaje y pagana que fue más evidencia que creencia para nuestros antepasados.


Bibliografía utilizada: 

  • Ejércitos de muertos y viajes al otro mundo. José Luis Cardero López. Booksedit.
  • Wilde Jagd und Wütendes Heer: Ein Streifzug. Gardenstone. 




domingo, 22 de diciembre de 2013

La Misteriosa Santa Compaña


Hoy comenzamos a hablar de una de las historias más interesantes y ricas en folklore de todo el continente europeo. Las historias y testigos de este prodigio son innumerables. Y, si bien los seguidores de versiones oficiales aseguran que es un fenómeno propio de gentes incultas, la realidad, como es habitual, contradice a este tipo de personajillos que dicen lo que dicen porque no pueden morder la mano que les da de comer. El fenómeno ha sido visto por gentes de todo estrato social y cultural. Sin ir más lejos, el prestigioso psicólogo suizo, Carl Gustav Jung. Contaremos tan interesante encuentro.

Hablamos de la Santa Compaña, heredera de un mito aún más antiguo y fascinante conocido como la Cacería Salvaje. Hoy iniciamos un ciclo de entradas hablando de este tema.

La Santa Compaña recibe muchos nombres y no es un fenómeno exclusivo de tierras gallegas, como hemos dicho al principio de este post: Güestia, Huéspeda, Estadea, Estantigua, Hoste… Hablamos hoy solo de España. Si bien es cierto que los encuentros con estos misteriosos personajes que recorren de noche los bosques y caminos más recónditos se suele dar con más frecuencia en la mitad norte de la península.

Son tantos los testimonios que no cabe pensar que es mito. Yo no lo creo. Conozco personas que tienen toda mi credibilidad que me han contado su encuentro con la Estadea y aquello no es alucinación. Al contrario de lo que se pueda pensar, la gente no alucina con tanta facilidad. Es complicadísimo que se produzca una alucinación. Estas solo se producen en caso de enajenación mental o bajo la influencia de determinadas sustancias... Y aún así.


La "causa dos mortos" no siempre es la misma. Fenómenos como las luminarias y encuentros OVNI son confundidos con la Estadea o Santa Compaña. Pero si hay algo que caracteriza a la misma y que la diferencia de otro tipo de encuentros con el ámbito invisible, no menos real que el nuestro, es su carácter precognitivo. Anuncia muertes.

Todos los testigos dicen haber visto un grupo de seres, una procesión de muertos, vestidos iguales, todos de negro, encapuchados o portando sombreros. Llevan candiles o cirios en las manos. A veces no se distinguen personas sino una vaga niebla o incluso un grupo de luminarias saltarinas que merodean sin aparente rumbo. Un olor intenso a cera quemada se extiende por el lugar y un extraño, repentino y casi sonoro silencio invade las corredoiras. Precediendo tan extraña y portentosa aparición, aunque a veces detrás de ella, un hombre o mujer, conocidos por el testigo, porta una cruz o un cubo con agua bendita, agua bendecida en iglesia cristiana. La Compaña se detiene en la puerta de la casa de algún vecino del pueblo e, indefectiblemente, este vecino fallece a los tres o cuatro días de tan indeseada visita.

En ocasiones, la Compaña ronda un lugar para pedir misas para los difuntos. En muchas, para avisar de una muerte y en otras para reprochar a los vivos faltas cometidas. Pero mucho, muchísimo cuidado si la ves. Si interactuas con ella, puedes morir. Esto no lo digo por decir. Nunca he tenido pelos en la lengua y no me corto al decir que el fenómeno es real y que viví muy de cerca el encuentro de un familiar mío con ella.  Doy fe de que este familiar entabló contacto con la Estadea y al año y medio estaba muerto. Quizá si hubiese permanecido escondido y no hubiese salido a su encuentro, hoy estaría con nosotros. O no. Pero siempre me quedará esa duda. Fue un encuentro alucinante y atípico y quiero relatarlo, con pelos y señales, en el libro que estoy escribiendo.

Yo le advertí a este familiar, pues no se encontró con ella solo una vez, de que no hiciese nada, de que se quedase quieto. No lo hizo. Lo más cauto es echarse a un lado y guardar silencio. Apenas respirar. Y dejar que pase y que se pierda a lo lejos. Entonces corre y aléjate en dirección contraria. Pero nunca, bajo ningún concepto, te hagas el valiente, te pongas delante y menos la desafíes. "Andad de día que la noche es mía". Dicen.


Dos mozos por aquel entonces, que se llamaban Manolo y Ramón, una noche que volvían de mocear, tuvieron una visión en el camino, frente a la puerta de una casa. Vieron a la procesión entrar dentro. 

Mejor dicho, el que la vio fue Manolo y, como Ramón no veía nada, Manolo le dijo: Písame el pie. Ahora no me acuerdo si era el izquierdo o el derecho, y entonces Ramón también la vio. De allí a pocos días murió del carbunco la moza de la casa, que se llamaba María. 

Antes había gente que, al pasar por algunos caminos, sentía la campanilla de la procesión de la Compaña. Entonces sabían que pronto habría un difunto. Y también al pasar cerca de una fuente o de un río, había algunas personas que sentían lamentos, como lloros, y sabían que moriría alguien pronto. Éstas eran las cosas de antes. Ahora todos los caminos están iluminados y, aunque pasen estas cosas, ya no las vemos.

Historias de la Santa Compaña
en aldeas del municipio de Muros
María José Viñas Tobío


Pero hubo un tiempo, hace mucho, muchísimos años, en el que la Santa Compaña volaba por los aires y era guiada por la Perchta, Odín, la Dama Holda, Herodias, Abundia y otras fuerzas paganas, libres, que no estaban sometidas al yugo de la cruz. Esas fuerzas nos recordaban cuales eran las normas, no nos las imponían. Nos decían que no había límites y nos mostraban el camino hacia su mundo.

Seguiremos hablando de las misteriosas procesiones del Solsticio de Invierno.


miércoles, 4 de diciembre de 2013

La Dama Holda


Una de las fuerzas o númenes principales que se trabajan en Brujería del Cerco es la Frau Holle o la Dama Holda. Hace un tiempo nos referimos a ella en este blog en cuanto a su relación con el hilado y, por lo tanto el destino. Un ser del cielo, porque en centro Europa siempre se pensó que causaba la nieve, una mitología de las más interesantes que existen. Hoy hablaremos un poco sobre ella ya que nos acercamos al Solsticio de Invierno, donde el reinado de la Dama Holda se hace cada día más patente.

Hablamos de estas noches oscuras del solsticio donde comienzan a ponerse en marcha una serie de misterios que siempre me han fascinado como estudiosa del folklore europeo. Siempre he dicho que la brujería no se aprende en libros que tratan la materia (salvo maravillosas e interesantísimas excepciones) sino en libros sobre mitos y folklore del pueblo llano donde encontramos auténticas joyas sobre tradiciones que, desgraciadamente se están perdiendo y que tanto tienen que ver con una forma de sacralidad antiquísima que es, a mi modo de entender, la fuente de la cual nace la brujería tradicional europea y se distancia del chamanismo y otros quehaceres mágicos.

Se acerca el Solsticio y las 12 noches del Solsticio, aquellas que transcurren entre el 25 de diciembre y el 6 de enero (festividad que el cristianismo sustituyó por la epifanía). La Cacería Salvaje retorna a los cielos y trona, más salvaje que nunca, retumbando en las silenciosas noches donde en los bosques y los campos solo habitan luminarias y seres misteriosos. Las Perchten llevan regalos a los niños o los asustan (hablaremos de las Perchten pues es un tema interesantísimo). La Modraniht o Noche de las Madres espera escondida en el calor de las chimeneas y la Dama Holda agita su enorme almohada de plumas haciendo que caiga nieve sobre la tierra. 

En los cuentos infantiles, no en los edulcorados y cristianizados por los hermanos Grimm y Hans Christian Andersen, la Dama Holda es amable con los seres humanos y nunca se enfada “excepto cuando se desatienden las tareas domésticas”. Su tiempo anual corresponde a las 12 noches del Solsticio, por ser un tiempo del año donde lo sobrenatural tiene su dominio. Conduce un carro por el cielo, cortando el viento y ella, como Wotan, forman parte de la Cacería Salvaje (Wild Hunt), el Ejército Furioso, la Mesnee d’Hellequin (Francia), Herlathing (Reino Unido), Wutende Heer (Alemania), Oskoreia (Noruega)… Este misterioso ejército recibe multitud de nombres pues es conocido en todo el ámbito europeo. En España la conocemos como La Estantigua o Santa Compaña, de la cual hablaremos pronto y de la que doy fe de que son muchas las personas que la han visto.


A la Dama Holda se la mencionó varias veces en juicios por brujería y en algunos textos cristianos. Se referían a ella como la Reina de las Brujas e incluso a las brujas se las llamaba Hulden porque seguían a Holda. También proviene de ahí el dicho popular de que “las brujas cabalgan en compañía de Holda”.


Quería pediros disculpas a todos los que seguís el blog debido a que últimamente no puedo subir posts al ritmo que quisiera pues ando muy ocupada.  Es una situación puntual y en cuanto pueda, volveré a subirlos con más frecuencia. Espero que lo entendáis. Aprovecho también para daros las gracias a todos por vuestro interés y seguimiento de este blog. Gracias de corazón.