Solsticio
es una palabra proveniente del latín solstitium.
La palabra sol es evidente su
significado y sistere significa
quedarse quieto, permanecer. La propia palabra recoge toda la significación de
este día. La noche del solsticio es la más larga del año. Durante un breve
instante el sol parece quedarse quito. El mundo contiene el aliento ante la
promesa de un nuevo renacimiento, el regreso de la luz.
Hoy
os damos una idea de cómo celebrar este día mágico pero como sucede con la magia, cada uno ha de celebrarlo como lo sienta y añadir o quitar lo que considere.
Colocamos
un árbol en casa para decorarlo con luces y bolas de colores que simbolizan ese
regreso de la luz. Colgamos cosas que encontramos en el bosque y simbolizamos con
ello al pueblo mágico, aquel que se encuentra debajo de las colinas huecas. Es una
forma de invitarles a entrar al calor de nuestro hogar. Cuando llega la hora
exacta del atardecer, previamente habremos apagado todas las luces de la casa
para despedir la oscuridad y hacer que ésta se marche del todo. Cuando el sol desaparece tras el horizonte, encendemos
de nuevo todas las velas o llamas sagradas que simbolizarán que el milagro de
la luz se ha hecho un año más realidad. Es importante mantener una llama encendida
mínimo hasta la media noche y siempre cerca de una ventana simbolizando nuestra
hospitalidad hacia los espíritus de la luz.
Los
brujos sabemos que las plantas y los árboles tienen espíritu, tienen alma. Es precioso
salir al bosque y buscar un árbol especial, un árbol que nos llame. Acercarnos y
dar tres toques en su tronco, llamando a su interior, a la dimensión donde se
encuentran los habitantes del pueblo mágico. Es el momento adecuado y mágico
para ofrecerles nuestras bendiciones y protección. Les decimos que ha regresado
la luz y conectamos con ellos invitándoles a nuestros hogares y en definitiva a
nuestra vida.
Cuando
llegue el pueblo mágico a nuestra casa hemos de estar preparados para
recibirles. Son las presencias resplandecientes. Simbolizan la abundancia, la
presencia de la magia en nuestras vidas afianzando nuestras creencias. Esta noche
ellos traen regalos a nuestros hogares, a nuestros espíritus y hemos de estar
receptivos a su aparición y su presencia limpiando también nuestro corazón y
permanecer con los sentidos atentos y vigilantes. Al encender vuestras velas,
solicitar bendiciones para vuestras vidas y preguntad qué podéis hacer por
ellos. No olvidéis que en estas fechas los regalos caen del cielo.