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domingo, 20 de septiembre de 2015

La Luna de la Cosecha


Hemos hablado alguna vez más sobre la luna y la importancia de sus fases para nuestros hechizos y rituales. Y más importante es quizá conocer que nuestra mente subconsciente está gobernada por la luna. Así que si sois brujos o estáis interesados en la magia, ampliar los poderes de un hechizo o ritual requiere de este conocimiento.

Ahora nos acercamos a la luna llena, lo que llamamos cuarto creciente. Estamos a un 40 % para alcanzar la fase más espléndida de todas.

La luna va adquiriendo fuerza al crecer también en tamaño. En esta fase de crecimiento lunar es adecuado realizar conjuros para el crecimiento y el desarrollo de ideas, proyectos, negocios, toma de decisiones y cualquier cosa que tenga que ver con el emprendimiento o poner en marcha una idea. Igualmente es una fase adecuada para comenzar cursos pues la fuerza de la luna en esta fase amplia nuestra capacidad de recepción de ideas y conceptos. Para una mujer que desea quedarse embarazada, esta fase de la luna es igualmente un tiempo de fertilidad muy positivo. Es tiempo de realizar magia que tenga que ver con el crecimiento interior, con el desarrollo de una amistad o de una relación de pareja porque mejora la comunicación verbal. Igualmente, es la época más adecuada para el desarrollo de asuntos legales y financieros. Con respecto a la salud, en esta fase lunar haremos conjuros y trabajos destinados a incrementar o reforzar la salud.

La próxima luna llena tendrá lugar el 28 de septiembre y es llamada Luna de la Cosecha debido a su cercanía al equinoccio de otoño, día en que entra el otoño en el hemisferio norte y que este año se producirá el miércoles 23 de septiembre a las 10:21 horas y que durará hasta el 22 de diciembre, fecha en la que entrará el invierno. Hay años en los que la luna de la cosecha se produce en octubre. Esto sucede debido a que el calendario gregoriano no está sincronizado con la naturaleza. Al ser un calendario lineal y no cíclico, nuestras mentes y ritmos biológicos dejan de estar sincronizados con respecto a la naturaleza. Si los calendarios fueran cíclicos, todo encajaría a la perfección produciendo orden y serenidad en nuestra mente.

Una luna llena normal sale casi después de que se pone el sol pero al día siguiente lo hará 50 minutos más tarde de la puesta de sol. En cambio, con la luna de la cosecha, la salida de ésta se producirá nada más ponerse el sol durante varios días seguidos siendo la única luna que permanece visible durante toda la noche. Esta circunstancia, antes de que llegase la luz eléctrica, era aprovechada por las gentes del campo que podían trabajar en la vendimia y recogida de las cosechas y cultivo durante varias horas cada noche.



La magia en la luna de la cosecha es una magia llena de luz, creatividad y posibilidades. Es una luna de frenética actividad más que de celebración, una fase de crear cambios, cambios de hábitos, formas de pensar… Esa luz nos muestra distintas posibilidades de mirar un asunto. Cuando acabemos el duro trabajo de recogida de granos, nos encontraremos con abundancia y prosperidad así que será un tiempo muy adecuado para ser conscientes de la abundancia que con trabajo podemos generar y seguir trabajando para que durante el invierno preparemos la cosecha del año siguiente.

En esta época del año el Caldero toma una importancia determinante. Es el caldero de la transformación, el vientre de la Diosa que genera nueva vida, cambios y transmutación. Allí reposa el Rey Rojo, herido, para restaurarse él y restaurar la tierra. Mientras los árboles y la vegetación van cambiando del verde al rojo sangre y al dorado, nosotros volvemos nuestra mirada hacia dentro donde comenzará la vigilia por los ancestros que vuelven a transitar los caminos sagrados del Arte. Tiempo de volver a encender el candil de noche y honrar a los espíritus luminosos que habitan nuestras casas y nuestros campos.



lunes, 6 de julio de 2015

Retomando el blog



Después de este largo periodo de ausencia motivado principalmente por cuestiones laborales que han absorbido gran parte de mi tiempo, me alegra volver a estar nuevamente con vosotros hablando de este maravilloso mundo que es la brujería, que tanto ha dado a la humanidad pero que a su vez ha sido tan atacada, por miedo y desconocimiento principalmente. 

Me gustaría responder a muchos de los comentarios y correos que me ponéis pero me resulta en estos momentos imposible materialmente. No obstante, que sepáis que leo atentamente lo que me comentáis. Intentaré responder a alguno de vosotros cuando tenga un poquito de tiempo. 

La última vez que escribí en el blog fue celebrando el Solsticio de invierno y ahora lo retomo escribiendo en los días cercanos al Solsticio de verano. Quizá no pueda actualizarlo con tanta frecuencia como antes, pero escribiré de nuevo.


Hoy me gustaría recordar qué es la brujería del cerco, unos breves apuntes sobre esta rama de la brujería tradicional que todavía se presta a confusión, sobre todo en el mundo anglosajón donde la palabra “hedge”, “cerco” significa matorral. Muchas personas que últimamente tratan de diferenciar que su tradición no es neopagana sino tradicional o antigua creen que la brujería del cerco está íntimamente relacionada con la brujería verde, por el significado de “hedge” como arbusto o matorral. Creen entonces que está relacionada con la botánica y todo aquello que tiene que ver con el conocimiento de las plantas y la sanación con las mismas. 

Bien, en la brujería del cerco sí se da este tipo de práctica pero no es exclusivo de esta brujería ya que es algo común a muchas prácticas y corrientes paganas. Lo que hace diferente a la brujería del cerco es su origen chamánico y entender el término “cerco” como frontera entre dos mundos, el visible y el invisible. En el antiguo germánico la bruja o brujo del cerco era conocido como “el espíritu sobre el cerco”.



Así, la actividad principal es cruzar el cerco, una imagen simbólica y arquetípica sobre la actividad chamánica. Los viajes del brujo hacia dimensiones inferiores y superiores y a otras intermedias e innombradas. En las dimensiones terrenales nos encontramos con los espíritus de los árboles y de los animales, de los lagos y de los ríos, de las montañas y de las cuevas… También con sus demonios. En otras dimensiones encontraremos a los espíritus de nuestros ancestros en la brujería y a los difuntos, algo tan importante en la brujería tradicional, el territorio y sus espíritus, sus caminos hechizados y sus habitantes, con los espíritus familiares o guías que nos acompañan, nos protegen, nos alertan… Los viajes son tan profundos que llegas a la conclusión de que el conocimiento que no se ve es mucho más vasto, abundante y prodigioso que el que se ve. El mundo invisible es enriquecedor y sabio, mucho más sabio que lo que vemos que, si bien es muy interesante también, no aporta respuestas sino es contemplado desde una mirada más amplia. 

Como la mayoría de los paganos, nos preocupamos de observar la naturaleza y celebrar los Sabbats: la quietud del invierno, el despertar de la primavera, la llegada de la oscuridad, las fases de la luna... Todo, absolutamente todo está lleno de vida: una piedra, una brizna de hierba, una nube, la chispa de una hoguera, un valle… Todo late de vida. Es difícil encontrar las palabras a ese sentimiento en el que percibes la vida allá donde miras. Existe una comunicación cotidiana con todo aquello que no se ve pero que está. Saber distinguir las señales de aquello que es invisible, interpretarlas e interactuar con ello es algo que un brujo del cerco hace desde siempre pero nadie le enseñó a hacerlo. 



Estaremos pendientes de las tradiciones de nuestra tierra pues estas guardan un poderoso conocimiento sobre antiguas magias y formas de hacer el Arte. En cada canción popular y en cada fiesta encontraremos grandes puertas hacia el conocimiento antiguo. Las canciones populares, al escucharlas, nos conectan con la tierra y sus caminos secretos, invisibles y fantasmales, aquellos que solo pueden ser atravesados portando la llama de la astucia y el conocimiento pues son recorridos por seres de otros mundos. 

La brujería del cerco es esto y mucho más. Si bien hallaremos muchos momentos para seguir comentando estas cosas que nos interesan tanto a todos pues este blog, a partir de hoy, retoma su andadura. 

Todo está conectado, lo de arriba con lo de abajo, lo de dentro con lo de afuera. Comprender esto es clave para hacer brujería. 


viernes, 15 de agosto de 2014

Herbología Secreta



La palabra inglesa Wortcunning se refiere al conocimiento, cunning, y al uso de las propiedades secretas de las plantas, conocidas como worts o hierbas de infusión.

Desde los tiempos prehistóricos, las plantas han sido utilizadas para la sanación. Tenemos informes de arqueólogos que hablan sobre cómo las plantas eran utilizadas ya por Neanderthal. Los famosos Saquitos medicina encontrados junto a restos humanos así lo atestiguan. A lo largo de la historia, igualmente, el conocimiento de las plantas se ha desarrollado junto a todas las culturas.

Como todo en la vida, y sobre todo el conocimiento, no viene regalado. Es tarea de cualquier brujo o bruja formarse en el conocimiento de las plantas. Y lo más importante que ha de saber es que las plantas tienen dos usos: uno medicinal y uno mágico. Para ello es necesario leer libros sobre fitoterapia o cualquier guía o libro sobre plantas, árboles o arbustos de la zona donde uno vive. Para la parte mágica, recomiendo pasar horas con las plantas, trabajando y “hablando” con ellas, permitiendo que os transmitan ese conocimiento secreto y olvidado por la mayoría. Como buenos brujos, habremos de salir con cierta frecuencia y en determinadas fechas y horas a recoger los ingredientes que necesitaremos para practicar nuestro oficio.

Una buena lectura que recomiendo es leer todos lo que encontréis sobre el folklore asociado a las hierbas y plantas de vuestra región y cómo éstas eran utilizadas por vuestros ancestros en los diversos ritos y trabajos así como en las fiestas populares, bebidas y comidas de la zona, supersticiones y costumbres, etc. relacionadas con las plantas.

Una vez nos vayamos familiarizando con sus usos y costumbres, sabremos perfectamente realizar nuestros ungüentos, tinturas, inciensos, aceites, infusiones, etc.



Todas las plantas están guiadas por un espíritu en particular. Conociendo esto, nos será de gran ayuda a la hora de utilizar qué plantas en dependiendo qué rituales. Asimismo, no olvidéis la importancia básica de las fases lunares a la hora de recoger plantas y trabajar con ellas. El cuarto creciente es bueno para incrementar, hacer germinar, etc. La luna llena es buena para la protección, la adivinación y todo tipo de ritos de fertilidad. En cuarto menguante haremos rituales para maldecir o para romper encantamientos negativos. En luna nueva cualquier tipo de trabajo con la sombra, para nuestro autoconocimiento, para visiones del destino y ahondar en los misterios.

Como siempre digo, mucho respeto para tratar con la Gran Madre. Pidamos permiso a cada planta y una vez sintamos que nos lo ha dado, coger solo lo que vais a necesitar. Si no, os vais a otra planta o a otra zona donde sí tengáis permiso. Tener este grado de comunicación requiere introspección y un esfuerzo por vuestra parte de conexión y de estar atentos. Esto se adquiere con el tiempo y el trabajo continuado. Por supuesto, agradecer siempre a las plantas y al entorno el regalo. Si no lo hacéis así, el espíritu de la planta no estará intacto y os llevaréis a casa una planta que no os será de utilidad, habrá perdido su magia. Es así de sencillo. Pero sobre todo porque como brujos debemos contribuir al sagrado equilibrio entre los cazadores y sus presas, no seguir rompiendo más conexiones sino restaurarlas.

Aquí os dejo un pequeño resumen de algunas cosas esenciales que hemos de saber sobre plantas:

  • Lunes (masculino/femenino). Lo gobierna Phul o Phebe, un espíritu lunar que también rige ciertas aguas y es espíritu de algunos arbustos. Plantas del lunes: helecho, artemisa, jazmín, sauce, limonero, gardenia, palmaria palmata, lunaria, malvas.
  • Martes (masculino). Plantas del martes: ruda, ajenjo, pimienta de Jamaica, albahaca, comino, cilantro, acebo, pino, jengibre, ajo, damiana, retama y cardo.
  • Miércoles (masculino). Plantas del miércoles: potentilla, eneldo, lirio de los valles, mejorana, menta, perejil, peppermint, mandrágora.
  • Jueves (masculino). Plantas del jueves: siempreviva, agrimonia, clavo, diente de león, higo, nuez moscada, ulmaria, tilo, hisopo, borraja, anís.
  • Viernes (femenino). Plantas del viernes: culantrillo, madreselva, caléndula, prímula, manzana, rosa, magnolia, vincapervinca o hierba doncella, romero, cebada, hierba de Santiago.
  • Sábado (feminino). Plantas del sábado: belladona, valeriana, ciprés, campanillas, orquídea, eléboro negro, cicuta, beleño, consuelda, marihuana, hachís, tejo.
  • Domingo (masculino/femenino). Los espíritus que gobiernan el domingo son el Espíritu Och, espíritu de la luz y espíritu que habita en el Sol. Plantas del domingo: hipérico, cedro, camomila, canela, margarita, roble, heliotropo, azafrán, muérdago, serbal, raíz de Golden Seal o Sello de Oro, laurel y acacia.


Con respecto a los otros espíritus de los días de la semana, desconozco sus nombres pero todo lo que existe en la naturaleza está animado por un espíritu. Que no los veamos con los ojos físicos, no significa que no existan. 


Los espíritus del sol y de la luna son citados en el Arbatel de magia veterum, un libro esotérico publicado en Basilea, Suiza, en 1575. Si bien es magia ceremonial, con la que no me une ningún tipo de vínculo, me parece curioso que cite a ambos espíritus.

Muchas gracias a todos por seguirme cada día. Espero que estéis pasando un feliz verano. 


martes, 8 de julio de 2014

Los Misteriosos Seres Encapuchados

Estatuilla greco-romana
Genius cucullatus

Son conocidos con su nombre latino, Genii Cucullati, plural de Genio Cucullato o “genio encapuchado”.

Por toda Gran Bretaña y la Galia francesa existen pequeñas piezas de altar en piedra donde están representadas unas figuras votivas talladas en la misma piedra y en ocasiones en bronce, de género masculino si bien no se puede asegurar, que llevan una capa y una capucha. En ocasiones se representa un ser encapuchado pero en muchas ocasiones, sobre todo en Inglaterra, aparecen de tres en tres siempre.

Si bien estas figuras se asemejan al dios greco-romano Telesforo, ayudante encapuchado de Asclepio, dios romano de la medicina, el genio cucullatus ha sido reconocido como un ser peculiar y propio de las culturas celtas.

Estos misteriosos seres encapuchados provienen de la tradición popular, espíritus menores conectados con la sabiduría popular, los ritos agrícolas y la sanación. Invocados y honrados siempre por las clases populares. Quizá porque las caperuzas y las capas a lo largo de la historia son utilizadas por espíritus, demonios o dioses lares, nunca por dioses mayores. Así que, se piensa que probablemente esos seres encapuchados que recorrían los caminos no transitados en la noche, eran seres a los que se les pedían favores de protección, cuidados de las cosechas y todas aquellas actividades cotidianas de la vida campesina.  



Aparecen en los Cuentos de hadas como enanos, gnomos o brownies. Quizá no sean lo mismo, pero se asemejan y, desde luego tienen mucho en común pues todo lo que nos ha llegado de ellos en el folklore nos habla de que eran deidades de la Madre Tierra y espíritus asociados al quehacer del hombre y a la actividad de las casas. En esencia espíritus guardianes. Esto entronca con las leyendas de brownies que vivían incluso en casas y mansiones como aseguran numerosos testimonios de gentes que llegaron a verlos y a convivir con ellos en unos tiempos que se han perdido en el tiempo y han sido enturbiados con la ofuscación del academicismo más radical.

Es muy famoso el caso de Loch Fyne, en Escocia. Dedicamos un post a esta bonita historia. John Brand, un anticuario inglés que se dedicó a recopilar las crónicas de su pueblo contaba: No hace demasiado tiempo, toda familia de cierta enjundia en estas islas estaba encantada por un espíritu al que llamaban Browny y que hacía distintos tipos de trabajos; Y esta fue la razón por la cual las familias para las que trabajaba le hacían ofrendas de los distintos productos que daba la tierra. Así, muchos, cuando el browny batía su leche o fabricaba su cerveza, echaban leche en el agujero de una piedra para que la pudiese beber. La llamaban La piedra del browny. Pero en los últimos veinte o treinta años apenas ya se le ha visto. En contadas ocasiones.

Según Ellis Davidson, académica inglesa y estudiosa del paganismo europeo, afirma en su libro Dioses y mitos en la Europa septentrional que “es evidente que el genius cucullatus es la imagen de un espíritu guardián conectado con el mundo natural, íntimamente ligado a granjas y fincas de labranza. Guardaban el ganado, ayudaban en los establos y asistían al granjero en las labores de la tierra y en la cosecha del cereal y eran cuidados por la gente como seres beneficiosos de la familia”.

Museo de León. España

Si bien el folklore está lleno de testimonios de encuentros con seres encapuchados, vestidos de negro y normalmente de elevada estatura, no creo que éste sea el caso. Estos casos se siguen produciendo pero considero que son otro tipo de seres, no benéficos. En la naturaleza existen espíritus y seres que no son beneficiosos para el hombre, dándose casos de ataques violentos.

Hace unos meses hablamos de los Espíritus del territorio. Aquellos espíritus ligados a la naturaleza que trabajaban íntimamente con nosotros en un tiempo que los podíamos ver y ellos a nosotros. Un tiempo en el que las conexiones sagradas seguían intactas. Aquella época en que las luces y los seres más extraños recorrían los bosques y los caminos. Antes de que la “ciencia”, por llamarla de alguna manera, los convirtiese en mito y las recopilaciones de cuentos y tradiciones orales en ángeles anodinos en el mejor de los casos y en el peor, ángeles, seres de dudoso proceder.

Spirit in a Hood, espíritu con capucha… No sabemos bien quiénes eran esos encapuchados. Pero sí sabemos que eran esos espíritus que guardan cualquier territorio y que siempre estuvieron allí, aunque nosotros hayamos construido e invadido sus territorios con nuestras ciudades. Creer en ellos es la llave para verlos. La realidad es mágica pero depende de uno verla así o no.


martes, 4 de marzo de 2014

Cómo se Cruza el Cerco


La Brujería del cerco es una rama de lo que conocemos como Brujería tradicional, un término que engloba prácticas muy antiguas y únicas que no tienen que ver con las corrientes neopaganas que surgieron a raíz de los años cincuenta. No existe una única tradición sino casi tantas como brujos existen si bien consideramos brujería tradicional a todos aquellos que trabajan con espíritus, seres de la naturaleza, los espíritus del territorio, también conocidos como dioses locales y con los Ancestros. Asimismo, la práctica de la brujería tradicional apenas contiene ritual, por resumir mucho.

La brujería del cerco no es una tradición por si misma sino parte de las prácticas de una brujería ancestral. Esa parte que la diferencia de otras prácticas brujeriles es precisamente cruzar el cerco, que en inglés se denomina hedgecrossing. Esta práctica es la que marca la diferencia entre otras prácticas pues entronca con el chamanismo, cuna, según mi personal punto de vista, de la brujería europea. Los brujos del cerco no solo viajan al Otro Mundo sino que perciben de forma continuada ese otro mundo o dimensión invisible que existe, que nos rodea y que se solapa con nuestra realidad, aquella que consideramos material.

No existe solo una manera de cruzar entre dimensiones o entre mundos sino que existen diversas formas de hacerlo. Pero la habilidad de caminar entre las distintas dimensiones paralelas es algo vivencial que no se puede aprender porque se trata de una capacidad innata. Son factores con los que se nacen o factores que a lo largo de la vida te predisponen a ello: haber nacido en una familia donde se hereda esa segunda visión, nacer con la segunda visión o a lo largo de la vida tener una experiencia traumática o cercana a la muerte que te active esa capacidad, por poner un ejemplo.


Lo que sí se puede aprender es a cruzar el cerco en determinadas ocasiones pero repito que nacer brujo es ser de una determinada manera, tener una predisposición al Oficio, haberte dado cuenta de cosas que los demás no podían ver desde que tienes uso de razón como comunicarte con los espíritus familiares, los Ancestros, tanto antiguos como familiares fallecidos, los espíritus de la naturaleza y otros seres radiantes incalificables. Eso es algo con lo que se nace, no se aprende. Es decir, la bruja o el brujo del cerco vive con un pie en el mundo material y con otro pie en el mundo invisible pero tiene la capacidad de tener equilibradas ambas experiencias sin que ninguna se solape en detrimento de la otra.

El otro mundo, la dimensión invisible, forma parte de tu propia vida. Los brujos del cerco ven un mundo más amplio y extenso que el que otras personas ven. Ese mundo suele dar miedo y causar rechazo a todos aquellos que no tienen la costumbre de verlo desde siempre pues ese mundo quizá les recuerde que nuestra realidad material tiene los pies de barro.

Ahora bien, sí podemos aprender a cruzar el cerco como viaje espiritual o trance y para ello existen diversas formas que han sido practicadas desde siempre: el consumo de enteógenos o sustancias alucinógenas de las cuales se elaboran los ungüentos para “volar”, el viaje astral, danzas rituales, el uso de sonidos de tambores de forma repetitiva y otras técnicas para entrar en trance.  Si bien no recomiendo, por favor, que nadie se fabrique un ungüento para cruzar el cerco sin asesoramiento técnico pues la mayoría de las sustancias que empleamos para elaborarlos son altamente tóxicas e incluso venenosas. Sería muy recomendable ser guiados por otra persona que conozca estos “territorios”. Pero como sugerencia, podéis comenzar con técnicas sencillas de visualización y que son las que más recomiendo (que no son cruzar el cerco exactamente pero es un comienzo). Esta técnica se conoce también como Pathworking. Después podéis hacer prácticas con sonidos para entrar en trance o ejercicios para controlar vuestra respiración, algo que también puede provocar estados alterados de conciencia.


En posts siguientes iremos tratando cada una de las prácticas para cruzar el cerco con más profundidad. Hoy tan solo hemos esbozado qué significa cruzar el cerco y qué técnicas existen para hacerlo. Aquí podéis ver lo que en su día hablamos sobre el origen de la expresión “cruzar el cerco”. Muchas gracias a todos. 

miércoles, 2 de octubre de 2013

El Orígen de la Brujería


Robin Artisson es un brujo y estudioso del folklore y de lo sobrenatural. Es del sur de Luisiana y tiene ascendencia inglesa pero también irlandesa, siciliana y cajún. Se crió en Nueva Orleans, una ciudad estrechamente vinculada con lo oculto, la brujería y la magia. Por ejemplo, el vudú que se practica en Nueva Orleans como se practica en Haití, es una brujería cotidiana que se practica más que ningún medio oficial estaría nunca dispuesto a reconocer. Artisson tiene interesantísimos artículos y libros sobre Brujería tradicional así que es un autor que os recomiendo debido a lo prolífico de su obra y lo interesante de sus estudios sobre el Arte, sobre Brujería tradicional.

Hoy quiero compartir con vosotros un interesante texto de él acerca del desconocido origen del Arte:

La Brujería y la Magia se encuentran en ese misterioso lugar que se encuentra entre una persona y su espíritu familiar. Se halla en ese extraño lugar entre la bruja o el mago y sus aliados espirituales, aquellos poderes que ellos buscan cuando invocan y conjuran. Pero, ¿qué le hace a una persona ser “especial”? ¿Una persona que está abierta a los misteriosos espacios del Otro Mundo y que es “bruja” o “mago”?

No lo sé. No es posible definirlo; es una cualidad que tienen algunas personas, una extraña peculiaridad mística que otros no tienen y que nunca desarrollarán. Muchas tradiciones modernas de Brujería creen que a los humanos se les entregó un regalo místico por el Padre de los Brujos o Maestro, o por antiquísimos espíritus o daimones de la luz y del fuego que descendieron de los cielos. Estas ideas míticas ayudan a explicar por qué algunas personas muestran una inclinación hacia lo místico y espiritual y otros no; la semilla durmiente o pneuma del Maestro Brillante que ha corrido a través de líneas de sangre humanas y que despierta en diferentes personas y en diferentes épocas.


Ésta es simplemente una historia, un mito, un lugar común de creencias que puede ser rastreado hasta El Libro de Enoc. Aunque creo que tiene mucho mérito. Si buscas respuestas directas, no encontrarás ninguna sobre “el sendero torcido”. Yo no sé qué es lo que me hizo sentirme atraído y obsesionado por lo oculto y por la brujería. Fue el Destino; algunos podrán decir que fui un vástago de la casa de Azael, otros podrán pensar que soy simplemente un chiflado. Yo mismo no lo sé y no creo que necesite saber el por qué.

Sé que para este tipo de personas, la brujería se encuentra entre ellos y sus contactos con el otro mundo, pero también en otros lugares. En el simbolismo primordial que se halla en nuestra mente profunda y que ha sido heredado de generación en generación, siguiendo la pista hasta los orígenes. Se encuentra durmiente en “formas espirituales” nativas de la tierra en la que vivimos y su idiosincrasia.  

Y se encuentra, finalmente, en los propios practicantes, en las gentes que inconscientemente se pasan entre sí costumbres y tradiciones de gran antigüedad que ocultan un poder numinoso, se encuentra en aquellos que reconocen estas cosas, las regeneran y las comparten, y también en aquellos que han “heredado” la tradición.

Traducción de Marta Ruescas

Además de gustarme e interesarme la definición que hace del brujo y del mago, me gusta su lenguaje, que nos retrotrae a ese eco ancestral que la brujería ejerce sobre los que la practicamos. Y a mi modo de ver, deja en el aire una cuestión muy interesante sobre nuestros orígenes, el origen de los brujos. ¿De dónde venimos? ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Por qué nos conmueve hasta tal punto? ¿Quién estuvo en el principio?

¿Nos dio alguien que vino del cielo el conocimiento? ¿Fueron las Fae quienes nos lo transmitieron? ¿Fueron la práctica y el tiempo? ¿Es la brujería una ciencia que nació con el ser humano ajena a cualquier acción externa? ¿Es quizá una forma de ser y relacionarse con el mundo? Quizá sea eso o algo completamente diferente. Solo quien la practica, atisba algo de ese origen ancestral y sagrado. 

domingo, 15 de septiembre de 2013

Las Fuerzas de las Encrucijadas


Como ya dijimos, Hékate es una diosa subterránea, antiquísima, una diosa de la oscuridad, entendiendo oscuridad como la zona donde operamos los brujos buscando el Fuego de Astucia. Como siempre digo, para ver la luz hemos enfrentar nuestra sombra. Solo quien lo haga, podrá decir que la ha encontrado. Así que hemos de diferenciar entre oscuridad y tinieblas, siendo ésta últimas donde habitan aquellos seres y entidades que trabajan para el lado oscuro.  

En  Hékate: Reina de la Brujería podéis releer lo que ya escribimos sobre ella en estas páginas.

Como ya explicamos, Hékate es un númen liminar, es decir, de frontera. Lugares donde se produce un cambio de algo a otra cosa, de un lugar hacia otro lugar. Justo ese espacio entre mundos es el reino de Hékate. Primigenia fuerza que acompaña a los muertos cruzando el umbral, que prevalece en las lindes del bosque acompañando al valiente que se adentra en un bosque de noche así como al que piensa hacerlo. Es la antorcha que lleva en la mano la que ilumina nuestro camino en la oscuridad.

Ya en tiempos de Roma fue vinculada a las encrucijadas o cruces de caminos, lugares vinculados con la magia. Se creía que Hékate y su jauría de perros aparecían estos espacios apartados que para los viajeros eran lugares peligrosos y espectrales. No olvidemos las numerosas leyendas asociadas a la actividad que sucede en los bosques de noche, y no me refiero precisamente a la actividad animal. Si hacemos memoria encontraremos espectros, Fae, brujas que habitan en lo más intrínseco de los mismos, luminarias, Santas Compañas y huestes varias.  Era la noche un ámbito peligroso y los cruces de caminos los lugares por donde cruzaban aquellos seres mágicos y fuera del común.

Altar a los dioses lares de Pompeya

Los romanos celebraban las Fiestas Compitales, de la palabra latina compitum, encrucijada. Estas fiestas eran celebradas poco antes de la Saturnalia, que es lo que ahora en occidente conocemos como Navidad. Si os fijáis bien, se celebraban a finales del año, cuando la Mitad Oscura reina sobre la Tierra. Un momento donde Hécate nos indica, prodigiosamente, cuáles son los caminos a seguir en mitad de esa oscuridad.

Para unos tiempos en que no existía la luz eléctrica, la noche se convertía en un ámbito completamente diferente al del día, desconocido y misterioso. Un ámbito donde esas fuerzas o númenes misteriosos campaban a sus anchas. Por esta razón, los romanos pintaban o construían unos pequeños altares en las encrucijadas, lugares que era considerados que eran un límite entre el “orden” urbano y la anarquía del bosque para solicitar protección y guía. Era muy común que dejaran pasteles hechos de miel, imágenes, muñecos hechos en lana… Era bien conocido por ellos que Hécate y otros númenes misteriosos favorecen y acompañan al ser humano en su relación con los mundos invisibles. Son fuerzas protectoras aunque también las hay destructivas. En ese planeta todo está marcado con una fuerte polaridad: noche-día, luz-oscuridad, frío-calor, etc.


Imagen Cortesía de Wendy Andrews

Se acerca el otoño y Hécate ya está despertando del letargo estival. Suele llegar a nuestras vidas en esta época del año, momentos que propician la búsqueda interior, siempre iluminada por los destellos de los tonos otoñales. Cuando no sepas que camino tomar, cuando te encuentres en un momento oscuro, solitario, cuando te sientas temeroso, cuando necesites defenderte de algo o de alguien y, sobre todo vencerlo, trabaja con ella. Es el rostro de anciana que remueve el caldero haciendo que salgan a la luz aquellos misterios que nunca quisimos ver y escuchar, alumbrando con su antorcha el camino que has de seguir y ahuyentando con sus perros negros aquello que desea perturbarte. Su visión produce paz, a los que no son brujos, terror. 

Recordemos siempre y no perdamos de vista que la brujería es un camino que transcurre por la oscuridad y que esa oscuridad no ha de confundirse con las tinieblas, lugar en el que habitan los seres de más baja vibración. Es Oscuridad como símbolo de Sabiduría, Poder y Astucia. El camino que forja el espíritu.

Cuando trabajamos con Hécate lo hacemos usando llaves que simbolizan la apertura o el cierre de nuestro trabajo. Cuando terminamos un trabajo realizado con la ayuda de Hécate acudiremos a un cruce de caminos para enterrar los restos del encantamiento. Algunas personas dejan tres monedas enterradas en pago a la ayuda recibida. En el próximo post explicaremos cómo trabajar con Hécate y daremos una invocación para trabajar con una de los númenes más importantes de la Brujería.


jueves, 4 de julio de 2013

Hadas y Brujas II


Hace muchos años, aunque no tantos como podamos pensar, el hecho de ver a las Fae, a las hadas u otros reinos era celebrado por la comunidad. Se consideraba que las personas que podían viajar entre los mundos eran personas que estaban imbuidas por “algo” especial.
Según el folklore, para mí un enorme océano de verdades camufladas, no todo el mundo puede ver a las Fae. Antiguamente, a las personas que podían ver los reinos invisibles se decía que tenían la capacidad de la visión, un don. Este concepto entronca con la eterna discusión sobre si un brujo nace o se hace. Después de años de práctica, me inclino a pensar y a afirmar que un brujo del cerco nace siéndolo. Que la herencia bruja es la capacidad innata que tienen algunas personas para visitar el “Otro Mundo”, una habilidad chamánica heredada.

Existe un texto escrito por Daniel Schulke que compartí con todos vosotros en este blog hace ya algún tiempo y que dice así:

La Herencia Espiritual del Ángel Brillante, conocida por algunos como “Sangre Bruja” y por otros como “Hijos e Hijas de la Luz”, es la sensibilidad y la libre interacción con el Mundo de los Espíritus que recibe el nombre de hechicería. La fuente oculta del Jardín del Placer fluye con la sangre de las Hadas y se nutre con su poder: cuando alguien invoca a los guardianes del Edén de Medianoche, los repiques de esta sagrada Herencia resuenan dentro mismo de la brújula del tiempo, y la Luz es convocada desde el primer instante de la Iluminación.


El que camina entre los mundos es un chamán. El brujo del cerco, simbólicamente salta el cerco y se adentra en los desconocidos paisajes del otro mundo. Los chamanes tienen el alma hecha de fuego, por eso son capaces de volar al otro mundo y son incapaces de aferrarse solo a esta realidad. De hecho las personas que pueden ver a las hadas son conocidas como “hadas” o “Hijos e Hijas de las Hadas”. Son innumerables los relatos de las relaciones entre hadas y humanos, a veces positivas y a veces negativas, pero siempre enriquecedoras.

Esos númenes de los que empecé a hablar el otro día son en gran parte Fae, otros no. Los brujos del cerco trabajamos con ese tipo de fuerzas que son inherentes al planeta, que son extrañas, que se manifiestan dentro y fuera del Compás y que el mero hecho de esperar su aparición hace que te transformes.

Si eres un brujo del cerco, lo sabrás. No hace falta que nadie te lo diga pues desde pequeño llevas cruzando hacia ese mundo y muchas veces incluso te sientes más seguro que en éste. Siempre has sentido la necesidad de estar solo, no te gusta lo que a los demás les encanta, te haces preguntas en las que nadie más pensaría, ves destellos en la oscuridad, sientes que los espíritus te rodean, te quedas dormido mientras ves como pequeñas luces, a modo de guirnaldas, se ven entre los árboles, te gustan los colores vivos y brillantes, defiendes el derecho a la ebriedad, eres incapaz de cumplir las normas, eres anárquico, pero lo más importante es que desde niño, sin que nadie te lo haya enseñado, cierras los ojos y saltas hacia ese otro mundo sin ayuda de enteógenos, sin sonidos, sin ayunos…

"Este tipo de personas, brujos del cerco y chamanes, no solo siguen encontrándose en diversos pueblos de la tierra", como dice el antropólogo José Luis Cardero en su interesantísimo blog, "sino que se reparten no solo por el espacio sino por el tiempo. Son especialistas muy antiguos en la historia humana. Probablemente mucho más antiguos de lo que podamos imaginar". (José L. Cardero).

Siempre aparecerá un chamán a rescatarte si te encuentras incómodo, sintiendo que algo te falta, cuando más te sientes un alien en este mundo, cuando buscas... No esperes que sea alguien físico en el sentido de tangible sino que muy probablemente, casi con toda seguridad, venga a buscarte un chamán viajando con su mente en el tiempo para despertarte del letargo, recordarte tu poder y decirte que sigas corriendo pues esta sangre, la sangre bruja, no se puede perder bajo ningún concepto y menos ahora.

Espero que os haya gustado este post. Me he dejado llevar por la poesía, pero os diré que el Arte tiene mucho de eso. A veces, la mejor forma de transmitir lo que de verdad es la Brujería es a través de símbolos y de la escritura creativa pues podríamos decir que la brujería es, entre otras cosas, un lenguaje del alma. La sientes dentro, la llevas dentro y si quieres descubrir alguno de sus secretos, no puedes elegir otra forma de expresión que la creativa. 

jueves, 20 de junio de 2013

Hadas y Brujas. Parte I


En brujería del cerco no tenemos dioses a los que honrar, hacer libaciones, peticiones o algún tipo de sacrificio. Yo no reconozco a ningún dios pues nunca me he fiado de ninguna de esas entidades. Mi Arte no se basa en ese misterioso toma y daca: yo te ofrendo y te entrego y tú me das poder. Siempre he trabajado, obteniendo muy buenos resultados, sin entregar nada a los dioses. Nunca me he inclinado ante ninguno de ellos y nunca lo haré. En mi casa no tienen altar, nunca les ofrezco nada y menos les he rezado.

Sí creo, o la brujería del cerco cree, en las fuerzas sagradas de la naturaleza, en los númenes, en ese Viejo Espíritu que siempre ha estado aquí, con nosotros: el viento que recorre praderas y montañas, la fuerza del agua, el calor del sol, la magia de la luna… pero esa es la parte aparente, nosotros, los brujos del cerco, creemos en lo que está aún más allá. Aquello que no se ve pero que está ahí y que nos ha acompañado siempre. Lo que nunca te pide nada a cambio. Reciben muchos nombres y por supuesto, en este blog iremos hablando de ellos.

Una de los asuntos más importantes es nuestra relación con las hadas y los duendes, con las Fae, como así las conocemos. Los habitantes que se encuentran debajo de las colinas huecas, aquellos que surgen y regresan siempre a lo numinoso. Son el Pueblo Tranquilo, la fuerza determinante de nuestra hechicería. Nuestra sangre, la de los brujos, es su sangre también.

Hace tiempo, nos remontamos a antes de la I Guerra Mundial, cada pueblo, cada aldea y cada bosque tenía una mujer sabia u hombre de astucia que tenía tratos con el Pueblo Salvaje, el pueblo de las Fae, las hadas. Su trabajo consistía en mantener la balanza entre los humanos y el mundo de las Fae, de mediar con los espíritus, de solicitar bendiciones para obtener buenas cosechas, de reparar cualquier daño hecho en la relación con los humanos, de aplacar las maldiciones, de curar y quitar maleficios. Estos hombres y mujeres eran los herederos del mundo antiguo. Individuos que tenían un don, que eran capaces de viajar al Mundo de los Espíritus.

Con el paso del tiempo, estas personas fueron llamadas Brujas, en inglés Witches, palabra que proviene del antiguo sajón, Wicce, sabio.

Si leemos e investigamos el folklore de muchos pueblos de la Tierra, descubrimos que las brujas y las hadas suelen tener siempre los mismos poderes o poderes similares: ambos usan la Magia y ambos pueden bendecir o maldecir.

La famosa bruja Biddy Early (1798-1874) insistía en que sus poderes provenían de las Fae. Solía utilizar una botella con un extraño líquido oscuro que aseguraba que se la habían entregado las hadas. Utilizaba la botella para curar y para profetizar. A su muerte en 1874, la botella fue arrojada a un lago para que nadie hiciese un mal uso de ella.

Los antiguos brujos y brujas trabajaban su Arte en colaboración con el Pueblo Salvaje. Existen muchas, muchísimas evidencias de esto en los procesos brujeriles; los acusados trataban en vano de convencer a los jueces de que sus poderes provenían de las hadas y no de demonios.

La asociación de las hadas y las brujas se extiende por todo el mundo, no solamente en el ámbito cultural celta. Hay personas que piensan que la Fairy Faith proviene del mundo anglosajón, con fuerte influencia celta, pero eso no obedece a la realidad. El Trato con las hadas o Culto a las hadas se da en muchas partes del planeta, puntos que no han tenido ningún contacto con el ámbito cultural celta. Como muestra, un botón: en ciertas partes de Europa oriental las brujas son llamadas Vilenice, palabra que significa La que trata con las hadas.

La mayoría de las personas viven ajenas a la presencia y notable existencia del Otro Mundo, aquel que se enciende cuando apagamos la luz. La inmensa mayoría ha olvidado cómo ver aquel mundo, tan real o incluso más que esta Matrix en la que vivimos. Cuando éramos pequeños podíamos verlas y hablar con ellas, muchos lo han olvidado. Lo olvidamos porque los adultos nos repitieron hasta la saciedad que aquello solo era nuestra imaginación. Nos dijeron que lo importante era el mundo material y cuando crecimos, nuestro trabajo, mantener una familia y ganarnos la vida hizo que olvidásemos el otro mundo hasta que algo o alguien, si ese es nuestro camino, nos hace recordar.


(Continuará…)

miércoles, 30 de enero de 2013

Los Espíritus del Territorio




Hoy haré una pequeña introducción a algo con lo que trabajamos en la brujería del cerco. Se trata de los Espíritus del territorio, espíritus de la naturaleza con los que habremos de trabajar codo con codo si queremos que nuestros trabajos mágicos “funcionen” para nuestro bien y el de todos, ellos incluidos.

En la antigua Roma se honraba a los llamados Dioses Lares. Estos “dioses” eran deidades guardianas de la antigua religión romana. Para el pueblo romano eran los guardianes de los campos, de las chimeneas, de las fronteras, de los cruces de caminos, de las casas, de las ciudades y hasta de los vecindarios.

Pero no solo en la religión romana sino que en la Brujería tradicional y especialmente en la Brujería del Cerco creemos en la existencia de unos seres numinosos que existen en ciertos lugares, que están ahí para proteger e influenciar todo lo que sucede dentro de las fronteras de sus reinos. Ellos son los númenes, espíritus de la naturaleza cuyos dominios traspasan los nuestros, que no lo son tal.

Estos espíritus del territorio no son adorados en recintos cerrados sino al aire libre: un pequeño pasto, un grupo de rocas, una extraña elevación del terreno, un territorio inusualmente frondoso... ¡Ah sí! Las Fae se encuentran allí donde los árboles crecen juntos... Se ven cuando te adentras por estos campos castellanos o subes más al norte y te adentras en territorio gallego encontrando reminiscencias de estos dioses allá por donde vas y no ha llegado la mano del hombre... Aquellos caminos apenas dibujados en un bosque que conducen hasta una gran piedra con ininteligibles marcas realizadas en ella. Más allá de la piedra no continúa el camino. ¿Una advertencia? ¿Una señal de que están ahí ?


Sí, lo están. Existen y preservan el territorio. Están asociados a una tierra, un territorio y mantienen el orden natural. El brujo o la bruja del cerco lo saben y por eso, cuando te trasladas a vivir a otro sitio, has de entrar en contacto con ellos y presentarles tus respetos y tu saludo bondadoso.

Energías que surgen de las profundidades de la tierra y que a su vez condicionan las características del territorio. Los espíritus son llamados por la tradición El Pueblo Escondido o Los Extraños. En alemán lo llaman Das stille Volk (el pueblo tranquilo). Son los poderes que emanan los antiguos bosques y los lugares poco transitados. Quizá trasciendan a las propias Fae… Los antiguos brujos sabían de estos poderes, los conocían y los trataban con conocimientos que hoy en día nos podrían parecer sobrenaturales o simplemente cuentos de hadas. Hablo de aquellos ensalmos, hechizos y palabras mágicas que eran transmitidos oralmente en los cerrados contornos de una tradición brujil y que consiguen apaciguar a un Hombre Rojo, un espíritu un tanto perturbador o hacer amistad con el sagrado Espíritu de un lugar.

Hablaremos poco a poco de estos seres y de su mundo. 


Los espíritus de las rocas
Montañas del Harz. Monte Brocken