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domingo, 20 de septiembre de 2015

La Luna de la Cosecha


Hemos hablado alguna vez más sobre la luna y la importancia de sus fases para nuestros hechizos y rituales. Y más importante es quizá conocer que nuestra mente subconsciente está gobernada por la luna. Así que si sois brujos o estáis interesados en la magia, ampliar los poderes de un hechizo o ritual requiere de este conocimiento.

Ahora nos acercamos a la luna llena, lo que llamamos cuarto creciente. Estamos a un 40 % para alcanzar la fase más espléndida de todas.

La luna va adquiriendo fuerza al crecer también en tamaño. En esta fase de crecimiento lunar es adecuado realizar conjuros para el crecimiento y el desarrollo de ideas, proyectos, negocios, toma de decisiones y cualquier cosa que tenga que ver con el emprendimiento o poner en marcha una idea. Igualmente es una fase adecuada para comenzar cursos pues la fuerza de la luna en esta fase amplia nuestra capacidad de recepción de ideas y conceptos. Para una mujer que desea quedarse embarazada, esta fase de la luna es igualmente un tiempo de fertilidad muy positivo. Es tiempo de realizar magia que tenga que ver con el crecimiento interior, con el desarrollo de una amistad o de una relación de pareja porque mejora la comunicación verbal. Igualmente, es la época más adecuada para el desarrollo de asuntos legales y financieros. Con respecto a la salud, en esta fase lunar haremos conjuros y trabajos destinados a incrementar o reforzar la salud.

La próxima luna llena tendrá lugar el 28 de septiembre y es llamada Luna de la Cosecha debido a su cercanía al equinoccio de otoño, día en que entra el otoño en el hemisferio norte y que este año se producirá el miércoles 23 de septiembre a las 10:21 horas y que durará hasta el 22 de diciembre, fecha en la que entrará el invierno. Hay años en los que la luna de la cosecha se produce en octubre. Esto sucede debido a que el calendario gregoriano no está sincronizado con la naturaleza. Al ser un calendario lineal y no cíclico, nuestras mentes y ritmos biológicos dejan de estar sincronizados con respecto a la naturaleza. Si los calendarios fueran cíclicos, todo encajaría a la perfección produciendo orden y serenidad en nuestra mente.

Una luna llena normal sale casi después de que se pone el sol pero al día siguiente lo hará 50 minutos más tarde de la puesta de sol. En cambio, con la luna de la cosecha, la salida de ésta se producirá nada más ponerse el sol durante varios días seguidos siendo la única luna que permanece visible durante toda la noche. Esta circunstancia, antes de que llegase la luz eléctrica, era aprovechada por las gentes del campo que podían trabajar en la vendimia y recogida de las cosechas y cultivo durante varias horas cada noche.



La magia en la luna de la cosecha es una magia llena de luz, creatividad y posibilidades. Es una luna de frenética actividad más que de celebración, una fase de crear cambios, cambios de hábitos, formas de pensar… Esa luz nos muestra distintas posibilidades de mirar un asunto. Cuando acabemos el duro trabajo de recogida de granos, nos encontraremos con abundancia y prosperidad así que será un tiempo muy adecuado para ser conscientes de la abundancia que con trabajo podemos generar y seguir trabajando para que durante el invierno preparemos la cosecha del año siguiente.

En esta época del año el Caldero toma una importancia determinante. Es el caldero de la transformación, el vientre de la Diosa que genera nueva vida, cambios y transmutación. Allí reposa el Rey Rojo, herido, para restaurarse él y restaurar la tierra. Mientras los árboles y la vegetación van cambiando del verde al rojo sangre y al dorado, nosotros volvemos nuestra mirada hacia dentro donde comenzará la vigilia por los ancestros que vuelven a transitar los caminos sagrados del Arte. Tiempo de volver a encender el candil de noche y honrar a los espíritus luminosos que habitan nuestras casas y nuestros campos.



jueves, 23 de octubre de 2014

El Altar para los Ancestros


Nos acercamos a Samhain, uno de los sabbats más importantes para la brujería tradicional. Es el Sabbat o la festividad que marca el comienzo de la Mitad Oscura del año. Es la fiesta de la última cosecha así que es un Sabbat de agradecimiento por cuanto hemos recibido en el año pero también, como todo lo que tiene que ver con la oscuridad, es una época de aprendizaje, a veces difícil y duro.

Samhain es una palabra del gaélico irlandés que hace referencia a la noche que transcurre entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre. Sam significa verano y fuin, final. En realidad la palabra proviene del proto-indoeuropeo siendo semo-* una palabra que significa igualmente verano, es decir, vemos como algunas culturas europeas no distinguían más que dos estaciones anuales: la mitad oscura, que empezaba con Samhain y la mitad de luz, que comenzaba con el Imbolc o Candlemass, el 2 de febrero.

Aparte de las festividades alegres  y divertidas de Samhain, popularmente conocido como Halloween (All Hallows Eve o Noche de Todos los Santos, así es traducido en castellano), hoy nos enfocaremos en la parte más trascendental de esta fiesta. Pienso que cada persona el libre de celebrarlo como quiera. Siempre se puede celebrar una gran fiesta y pasarlo muy bien, pues esa noche es para eso pero también podemos encontrar un momento para celebrar el significado real de esta festividad o al menos lo que significa para muchos paganos.

Samhain es una fiesta de los muertos. Si bien estamos señalando un día, es en estas fechas cuando su presencia se hace más patente si bien Samhain, al ser una fiesta de tránsito, de paso de una época a otra del año, se convierte en un momento fronterizo o liminal donde las barreras entre unas dimensiones y otras desaparecen y los mundos se hacen visibles unos a otros. De ahí su importancia. La antigua espiritualidad regresa en todas aquellas llamas que encendemos esa noche para honrar a los que nos precedieron.


Podemos honrar a nuestros familiares fallecidos o a nuestros ancestros del Oficio, los ancestros brujos, los poderosos antepasados que nos guían al cruzar el cerco por los siempre peligrosos y nunca predecibles caminos del otro mundo. Es a partir del Samhain cuando los muertos nos visitan y se hacen más visibles. Es posible que podáis percibirlos en sueños y algunos de vosotros, los que cruzáis el cerco, podéis recibir quizá inesperadas visitas. La puerta estará abierta hasta que vuelva a cerrarse tras el paso de Imbolc.

En el altar tenemos una forma directa de recordarlos. Podemos encontrar un pequeño rincón de nuestro hogar donde ofrecerles regalos y hablar con ellos. Contarles las cosas positivas que nos suceden y contarles nuestras preocupaciones y necesidades. Elevarles encendiéndoles velas y si ellos están bien, es una forma de que nos transmitan el estado en el que se encuentran. En ese altar podemos pedirles ayuda y consejo, es un lugar de respeto hacia ellos.

En el altar podemos colocar todo aquello que simbolice algo importante para nosotros, algo que nos vincule a ellos espiritualmente, tanto si es el espíritu de un familiar como un ancestro del oficio o guía espiritual nuestro. En ambos casos, sabremos qué ofrecerles. Quizá en el caso de un familiar sea algo más sencillo. Podemos colocar fotografías u objetos personales. Si es un ancestro brujo, todos aquellos objetos simbólicos que utiliza para comunicarse contigo como pudieran ser hierbas, huesos, objetos determinados, dibujos… Para los muertos es bueno ponerles agua, pues nos moveremos en el campo de las emociones. Y siempre velas, las llamas siempre han sido y serán un elemento clave de la brujería tradicional. En el caso de un altar para recordatorio de los muertos, encenderemos velas blancas o azules.

Si nos disponemos a hacer un trabajo más profundo que transciende el mero hecho de recordarlos, las velas han de ser negras y si es posible utilizaremos un paño negro para colocar encima los objetos. Siempre ha de estar presente la vara. Me estoy refiriendo a trabajos relacionados con la adivinación o solicitar determinada información o consejos desde el otro lado. Hablamos de comunicación más directa que implica un trabajo de cruzar el cerco. Recomiendo, si es posible, acudir al cementerio y recoger tierra de la tumba del difunto. Eso unirá más vuestro vínculo espiritual con él. Como siempre suelo aconsejar, solicitar permiso antes de recogerla y dejar en ofrenda tres monedas doradas. La Dama Oscura guarda los cementerios y nunca hemos de llevarnos nada porque sí. Nunca se ha de cruzar el cerco porque sí sino por razones importantes o, si es tu oficio, porque alguien te lo solicita y debes ayudarle. La tierra colocarla en un recipiente bonito, algo que honre su memoria y lo trate delicadamente y con respeto.


No olvidéis que el trabajo con los muertos es una de las tareas más esenciales de la brujería del cerco, si no la más. Como hemos comentado algunas veces en este blog, los brujos del cerco no creemos en dioses sino en los espíritus de la naturaleza y los muertos. Trabajamos con ellos, los honramos y desde luego, que mejor día para rendirles un homenaje que Samhain.

La semana que viene, ya previa a la noche de Halloween, seguiremos hablando sobre estos asuntos relacionados con los muertos y sus misterios.



El Altar para los Ancestros - (c) - Marta Ruescas

domingo, 5 de mayo de 2013

Los Libros Mágicos o Grimorios


Mi Libro

Un Grimorio es un libro de conocimientos mágicos. En estos libros se escriben, entre otras cosas, correspondencias astrológicas, instrucciones para rituales, fórmulas mágicas, hechizos, encantamientos, propiedades de las plantas, invocaciones… todas aquellas cosas prácticas que como brujos necesitamos en nuestro día a día.

Un grimorio, evidentemente, tiene bastantes similitudes con el conocido Libro de las Sombras que se utiliza en Wicca, pero esconde también diferencias con respecto a él. En un Libro de Sombras los practicantes de Wicca suelen escribir lo que van aprendiendo así como la estructura de los rituales, los Sabbat y los inciensos, hierbas y tradiciones empleadas en cada uno y suelen dedicar bastante espacio a hablar de los dioses y diosas a los que rinden culto. Por supuesto también escriben fórmulas mágicas, correspondencias planetarias y otra serie de cosas que se pueden encontrar en un grimorio.

El grimorio es un tanto diferente. Pertenece a una larga y antigua tradición que gira en torno al arte de trasladar la Magia a la palabra escrita. De hecho un grimorio es considerado algo mágico, capaz por sí mismo de sanar y sobre todo proteger a la persona que lo posee. Siempre se ha pensado que el hecho de plasmar en un soporte escrito las palabras que construyen la magia convierten el libro es un talismán, un objeto de inconmensurable poder, como así es y ahora veremos por qué.

El uso o no uso de un libro o cuaderno mágico va a depender solamente del brujo en cuestión.
Páginas en blanco dentro del Libro

El Libro de las Sombras es una colección de textos mágicos y religiosos sobre Wicca y otras tradiciones neopaganas. Suele contener rituales, prácticas mágicas, estructura del ritual, ética y filosofía de la tradición que practica el propietario. A diferencia del grimorio, que es solamente un libro que recoge fórmulas mágicas. Es decir, que en un grimorio un brujo del cerco no escribe sobre las cosas en las que cree o sobre qué hace un brujo en Samhain. Escribe cosas eminentemente prácticas. Esa es la diferencia que yo veo entre un libro y otro si bien son muy similares en esencia.

Personalmente tengo uno y lo tengo por una cuestión práctica. Lo empecé a hacer hace ya muchos años, cuando era necesario escribir lo que me habían legado mis Ancestros, para que aquello no se perdiese en la bruma del tiempo. Lo hago porque necesito tener a mano mis invocaciones. Si bien muchas cosas, a fuerza de uso, me las sé de memoria, otras tantas no y es lógico que necesite echar mano de ellas en ocasiones. Es difícil tener en la cabeza todas y cada una de las propiedades de las plantas, por poner un ejemplo y menos algunas fórmulas o retener las cantidades que han de echarse en la elaboración de un ungüento o un aceite. Si bien, repito, en bastantes ocasiones no tengo que recurrir al libro, hay otras tantas que sí.

En mi grimorio o Libro de usanzas, como yo prefiero llamarlo, se encuentran cuestiones que he ido apuntando y que han nacido de mi experiencia directa con el Arte: anotaciones, adendas, el trabajo con familiares, las mejores horas y fechas para realizar una cosa u otra, fórmulas, mezclas, recetas, etc. y en ese libro no solamente se encuentra la herencia de mis Ancestros brujos sino estudios míos a lo largo de los años. Fórmulas que me costó mucho encontrar y que a fuerza de investigar un buen día se revelaron ante mis ojos y las copié para guardarlas y preservarlas.

 Libro por dentro

Yo, personalmente, sugiero la interesante y enriquecedora experiencia de escribir lo que hacemos en un Libro. Es bonito y enriquece mucho la práctica ulterior. Uno ve el avance y el temple del alma según pasan las lunas. Es asistir a un espectáculo tan rico en matices que es imposible aburrirse nunca. Cada hechizo, cada fallo, cada éxito… cada experiencia del espíritu al cruzar el cerco. Así las liebres saltan de un rayo de luna a otro, los cascabeles de los duendes se escuchan debajo de la escalera y el trasgo vuelve a encerrarse en el cuadro cuando el Fuego surge por el este.

La magia de los grimorios es utilizada como una herramienta para la iluminación, para el despertar y para la conexión con el numen sagrado del bosque.