Hemos hablado alguna vez más
sobre la luna y la importancia de sus fases para nuestros hechizos y rituales. Y
más importante es quizá conocer que nuestra mente subconsciente está gobernada
por la luna. Así que si sois brujos o estáis interesados en la magia, ampliar
los poderes de un hechizo o ritual requiere de este conocimiento.
Ahora nos acercamos a la luna llena, lo que llamamos cuarto
creciente. Estamos a un 40 % para alcanzar la fase más espléndida de todas.
La luna va adquiriendo fuerza al
crecer también en tamaño. En esta fase de crecimiento lunar es adecuado
realizar conjuros para el crecimiento y el desarrollo de ideas, proyectos,
negocios, toma de decisiones y cualquier cosa que tenga que ver con el
emprendimiento o poner en marcha una idea. Igualmente es una fase adecuada para
comenzar cursos pues la fuerza de la luna en esta fase amplia nuestra capacidad
de recepción de ideas y conceptos. Para una mujer que desea quedarse
embarazada, esta fase de la luna es igualmente un tiempo de fertilidad muy
positivo. Es tiempo de realizar magia que tenga que ver con el crecimiento
interior, con el desarrollo de una amistad o de una relación de pareja porque
mejora la comunicación verbal. Igualmente, es la época más adecuada para el
desarrollo de asuntos legales y financieros. Con respecto a la salud, en esta
fase lunar haremos conjuros y trabajos destinados a incrementar o reforzar la
salud.
La próxima luna llena tendrá
lugar el 28 de septiembre y es llamada Luna de la Cosecha debido a su cercanía
al equinoccio de otoño, día en que entra el otoño en el hemisferio norte y que
este año se producirá el miércoles 23 de septiembre a las 10:21 horas y que durará
hasta el 22 de diciembre, fecha en la que entrará el invierno. Hay años en los
que la luna de la cosecha se produce en octubre. Esto sucede debido a que el
calendario gregoriano no está sincronizado con la naturaleza. Al ser un
calendario lineal y no cíclico, nuestras mentes
y ritmos biológicos dejan de estar sincronizados con respecto a la naturaleza. Si los calendarios fueran cíclicos,
todo encajaría a la perfección produciendo orden y serenidad en nuestra mente.
Una luna llena normal sale casi
después de que se pone el sol pero al día siguiente lo hará 50 minutos más
tarde de la puesta de sol. En cambio, con la luna de la cosecha, la salida de
ésta se producirá nada más ponerse el sol durante varios días seguidos siendo
la única luna que permanece visible durante toda la noche. Esta circunstancia,
antes de que llegase la luz eléctrica, era aprovechada por las gentes del campo
que podían trabajar en la vendimia y recogida de las cosechas y cultivo durante
varias horas cada noche.
La magia en la luna de la cosecha
es una magia llena de luz, creatividad y posibilidades. Es una luna de
frenética actividad más que de celebración, una fase de crear cambios, cambios
de hábitos, formas de pensar… Esa luz nos muestra distintas posibilidades de
mirar un asunto. Cuando acabemos el duro trabajo de recogida de granos, nos
encontraremos con abundancia y prosperidad así que será un tiempo muy adecuado
para ser conscientes de la abundancia que con trabajo podemos generar y seguir
trabajando para que durante el invierno preparemos la cosecha del año
siguiente.
En esta época del año el Caldero
toma una importancia determinante. Es el caldero de la transformación, el
vientre de la Diosa que genera nueva vida, cambios y transmutación. Allí reposa
el Rey Rojo, herido, para restaurarse él y restaurar la tierra. Mientras los
árboles y la vegetación van cambiando del verde al rojo sangre y al dorado,
nosotros volvemos nuestra mirada hacia dentro donde comenzará la vigilia por
los ancestros que vuelven a transitar los caminos sagrados del Arte. Tiempo de
volver a encender el candil de noche y honrar a los espíritus luminosos que
habitan nuestras casas y nuestros campos.