El sapo es un animal
estrechamente relacionado con el folklore de la bruja. En las imágenes
arquetípicas de la bruja o el brujo, éste aparece normalmente cerca de un
caldero humeante. Al igual que el gato negro y el cuervo, que contempla su
quehacer desde una alta viga de madera. Pero realmente no se sabe a ciencia
cierta el origen de esta relación.
Fue la Alquimia la que por
primera vez asoció al sapo con la parte más oscura de la experiencia humana. El
sapo negro, en alquimia, representa la materia primordial que tiene que ser
transmutada. De esta precisa idea proviene el cuento de El príncipe y la rana, recopilado por los Hermanos Grimm. Supongo
que todos conoceréis la historia pero resumiendo mucho, una princesa besa a un
feo sapo y este se convierte en un apuesto príncipe. Como todos los cuentos
llamados de hadas, existe aquí un conocimiento iniciático muy profundo que nos
muestra, a través del símbolo cuyo significado es prohibido para el profano, la
transmutación de la Obra, la transmutación del espíritu de tosco a eterno. Este
Arte es la forja, la conversión del hierro en obras de arte de gran flexibilidad
y dureza al mismo tiempo.
En la antigua Grecia, Roma y en
Escandinavia el sapo representaba el útero de la mujer. A causa de este
simbolismo, el sapo se convirtió en símbolo de la partera o comadrona y
probablemente parte de ese origen su asociación con la brujería. Las parteras
eran grandes expertas y conocedoras del organismo femenino y, por supuesto, de
hierbas que sanaban o ayudaban a abortar. Daban la vida, ayudaban al ser humano
en su tránsito hacia la vida, pero también hacia la muerte. Normalmente eran
también requeridas en trances de muerte.
En algunas zonas de Europa había
pequeñas estatuillas de sapos que eran dejadas en lugares sagrados por las
mujeres en busca de ayuda y fertilidad. Dentro de la cultura gitana, se dice
que la Reina de las Hadas vivía en un castillo que tenía forma de sapo dorado.
Durante la Edad Media, la
superstición asociaba en Europa al sapo con la figura del diablo cristiano. Se pensaba
que el sapo era capaz de envenenar a la gente y que estaba habitado por el
espíritu familiar de una bruja. En el folklore se instaba a sacar a los sapos
de las casas con sumo cuidado por miedo a la ira del espíritu de la bruja que
habitaba en él.
En el folkore de Euskadi así como
en los Pirineos, se identificaba a una persona como bruja si esta tenía en la
piel una pata de sapo. Se creía que la saliva de un sapo era especialmente dañina
por ser venenosa. Se pensaba incluso que el sapo escupía fuego. Un animal tan
terrible como la propia bruja, la cual se pensaba también, utilizaba al sapo en
su adoración al diablo, echándolo en su caldero para fabricar pociones y
conseguir la invisibilidad o viajar al sabbat. Los sapos segregan por la piel una
sustancia blanquecina y venenosa llamada bufotenina, popularmente conocida como
“leche de sapo”, con propiedades alucinatorias y utilizada, probablemente, como ungüento
volador.
A su vez era creencia popular que
la visión de un sapo era un presagio de muerte. También eran invocados en
encantamientos, ritos y canciones que llaman a la lluvia. Podríamos citar
muchos más ejemplos del folklore asociado al sapo porque es abundantísimo en
Europa.
Como podéis ver, el sapo es un
animal relacionado con la muerte y con lo femenino por lo que estamos ante un
animal que simboliza la transmutación, la transformación. Es activo de noche por lo que, como otros animales, está
conectado con las energías lunares y con la Gran Madre. Vive en dos medios, el
agua y la tierra por lo que es un animal capaz de viajar entre dimensiones. Por
extensión, su capacidad de moverse en la oscuridad y esta habilidad de vivir en
dos medios lo asocian con los misterios de la vida y con lo desconocido,
territorio afín a la brujería, que siempre nace y se mueve en senderos escarpados y oscuros.
El sapo como animal totémico nos
recuerda que la naturaleza es trascendente en nuestras vidas. Símbolo de
transición y transformación podemos trabajar con él en momentos de cambio. Se le
asocia, a pesar de que vive también en tierra, con el elemento agua por lo que
conecta con el mundo de las emociones y, como hemos dicho, con las energías femeninas y lunares así como con los procesos de renovación, limpieza, sea esta espiritual
o física. Próximamente veremos qué prácticas mágicas existen asociadas al sapo.
Fuentes:
- Toad. Man, Myth & Magic, E. A. Armstrong. Richard Cavendish Ed. (1.983)
- Primitive believes in the North East of Scotland. Longmans. (1.929)
- Cunning folk and familiar spirits. Emma Wilby. Sussex Academic Press. (2005)
Hola Marta!!! Que buena entrada! La verdad es que no tenía ningún conocimiento del sapo, mas allá de una escena de la serie "los Simpson" de Homer en una isla chupando un sapo, por sus efectos alucinógenos, jeje.
ResponderEliminarPero lo curioso es que si me pongo a pensar hay ranas o sapos en las mayorías de pórticos o capiteles de catedrales góticas y en algunas románicas. En salidas de canalones de agua, y como sabemos, la religión toma de las antiguas religiones paganas los símbolos.
Bueno pues a ver que hay en.la segunda parte, que promete ser tan intrresante o mas que la primera.
Un fuerte abrazo!!! Y espero que nos podamos ver pronto : D
Muy buena entrada, me encanta el blog en general, es de lo más serio que he visto en mucho tiempo. Me gustaría plantearte una consulta en privado, respecto a una rama de la streghería italiana, que a mi entender, es brujería del cerco. Si lo tienes a bien, envíame un mensaje a gatablanca88@gmail.com. Muchas gracias Marta.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy interesante, en el lugar donde vivo siempre se asocio el sapo y las ranas a la hechicería, pero de una mala manera (tengo varias anécdotas), ahora tengo una visión mas amplia de este animal, gracias.
ResponderEliminarHe estado releyendo tu blog y, por alguna razón, las entradas que mas me llegaron se relacionan con la parte que mas me gusto de esta entrada: “Daban la vida, ayudaban al ser humano en su tránsito hacia la vida, pero también hacia la muerte...estamos ante un animal que simboliza la transmutación, la transformación”
Saludos.
Yo tengo un sapo dentro de un terrario como mascota en mi habitación ,¿puede tener algúna influencia?
ResponderEliminarGracias por la pasión y el interés con el que compartes en este blog Martha! Un saludo
ResponderEliminarSi soy sincera, llegada a cierta edad me di cuenta de lo inculto que puede parecer uno cuando asocia animales a cosas positivas o negativas. Supongo es por el mero hecho de estudiar biología y lo importantes que son todos los seres vivos de la cadena alimenticia. El papel tan perfecto e importante que cumplen cada uno de ellos. Pero también es cierto que hemos perdido mucha sabiduría por culpa de tanto borrego y borrega. Se pierde historia y sabiduría. Es una pena ver como se deforman, por intereses personales y codiciosos, la realidad. También cabe decir que a pocos documentales que veas de naturaleza te informas de que efectivamente hay sapos y ranas venenosos, incluso mortales. Las tribus amazónicas siempre las han utilizado para cazar o defenderse.
ResponderEliminarYo encontre dos sapos nuegros en mi casa y no se querian ir que puede ser
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