Para aquellos para los que nuestra espiritualidad está basada en el animismo, o para las religiones animistas, cada planta, cada animal, cada río o cada roca del camino posee un
espíritu, más o menos evolucionado o quizá evolucionado de una manera que no
podemos comprender pues en nuestra limitada humanidad, solo alcanzamos a
aprehender lo similar. Pero estos
espíritus están ahí. Cuando cruzas el cerco, los ves. Mucha gente ha cruzado
el cerco, no siendo brujos necesariamente. Es la gente que sabe hacer un viaje
astral y todos informan de seres que han visto a ese otro lado que recuerdan en
mayor o menor medida a esos seres de los que informan los viejos y maravillosos
cuentos de hadas, espejo de un tiempo en el que los hombres podían ver aquel
mundo que no ha desaparecido sino que se ha alejado de nosotros.
Los espíritus del territorio, también
conocidos como las Fae, o las hadas, el Pueblo Tranquilo, el Pequeño Pueblo y
así tantos nombres como pueblos en la Tierra hay, son seres que no tienen
cuerpo físico sino que emplean las energías telúricas de la Madre Tierra para
manifestarse. Cada uno lleva una misión especial, una forma de acción y de
construcción del mundo en el que vivimos.
Nuestra historia, principalmente
en Occidente, está llena de esos misteriosos cuentos de hadas que nos muestran
a estos seres habitar los bosques de la vieja Europa, los lagos sagrados, las
cavernas misteriosas que surgen de las entrañas de la tierra y sobre todo nos
muestran a los seres humanos interactuando, misteriosamente también, con estos
seres fascinantes. En Irlanda se los conoce como los Sidhe, nombre que me gusta
especialmente, pero tienen tantísimos nombres que sería imposible reproducirlos
todos: kobolds, duendes, aluches, brownies, boggarts, pixies, trolls, trasgos,
leprechauns… Y un sinfín de etcéteras. Pero en mi tradición son conocidos con
un nombre que me encanta: los Resplandecientes, debido a la luz que emiten cuando
se manifiestan en nuestro mundo.
En los cuentos de hadas que no
han sido adulterados por el cristianismo, en esos cuentos primigenios que
podían ser tan brutales como encantadores, muchos de estos espíritus resplandecientes
tienen la función de ser Guías de los seres humanos, ayudando a aquellos que
entran en su mundo especular a buscar una información o un objeto mágico que
les ayudará en su trayectoria vital. En ocasiones, estos Espíritus dan
importantes lecciones a aquellos que hacen la vida imposible a los demás. En ocasiones
son los enigmáticos Guardianes de ciertos territorios: cuevas, valles, el pico
de una montaña, un bosque… Pero siempre, siempre, estos Espíritus ayudan al
hombre a forjarse a sí mismo.
Todas las cosas en el mundo
material están formadas por los cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. Todo
en el plano sutil tiene su correspondencia con el plano terrenal así que,
cuando estos espíritus descienden al mundo material, se manifiestan en forma
física dentro de las fronteras del reino que representan. Así, tenemos varios
tipos de espíritus más elementales y vamos subiendo en la escala de evolución a
formas y espíritus más sutiles. En la tierra, encontramos a los gnomos, en el
agua a las ondinas, en el fuego a las salamandras, en el aire a las sílfides. Cada
elemento, cada manifestación, tiene una importancia vital para nosotros, como
seres humanos y mucho más como brujos, pues estos elementos forman parte de la
magia y de los encantamientos que cada día practicamos. Yo diría que son la
pura esencia de la magia.
El próximo día subiremos la
segunda parte del post sobre el lobo y en posts sucesivos seguiremos ampliando
la información sobre el misterioso mundo de los elementales y de las Fae.
Lamento no actualizar
puntualmente, por ejemplo un día fijo de la semana, como es mi intención pero
mis obligaciones hacen que no siempre pueda conseguirlo. Igualmente, estoy
trabajando en hacer un índice alfabético para el blog, lo cual os facilitaría
mucho la búsqueda de temas.
De nuevo, muchas gracias a todos
por estar ahí.
Muchísimas gracias a ti querida Marta.
ResponderEliminaraprovechando estos días de semana santa, hemos tenido la oportunidad de ver la naturaleza de cerca y hay lugares en los que se siente tal energía que te obliga a quedarte un buen rato, porque nuestra esencia lo necesita.
Cuevas, aves, ranas, montaña, todo parece acoger magicamente a las Fae, econdiendose de las miradas curiosas.
Espero que tu también puedas descansar Marta. No te preocupes si no puede escribir todas las semanas. El tiempo es el que es y tu nos haces un regalo cuando puedes, que es cuando se hacen los real os.
Muchas gracias Marta y recibe un gran abrazo!!! : -)
Hola Ana,
EliminarMe alegro que estéis descansando unos días. También yo estoy tratando de descansar un poco.
Ese lugar que describes debe ser fabuloso. No lo conocía, pero por lo que describes, estoy segura de que tiene a sus espíritus guardianes por allí y que éstos han conectado contigo. Cuando un lugar te llena de esa manera, es que a nivel sutil esos maravillosos seres resplandecientes entran en contacto con nosotros.
Un fuerte abrazo y descansad estos días!
Se me olvidaba. El lugar mágico en el que estuve ayer fue El Jardín Nazarí de Vélez en Granada. Lo recomiendo por el agua, su vegetación, las cuevas de su montaña y su pequeña fauna, un rincón que destila magia por todas sus gotas recorriendo la montaña.
ResponderEliminarGracias!!!
Hola Marta, me encanta toda la información que me han enviado. Soy de México D.F. Verónica.
ResponderEliminarHola Verónica,
EliminarMuchas gracias, me alegra mucho que te guste. Gracias por venir por aquí.
Un abrazo!
Sin tenerlos presentes, sin sentirlos, sin que pasen cosas raras que no tienen explicación a tu alrededor, creo que no habría magia. Cuando se les tiene en cuenta se hacen notar y estoy muy de acuerdo con este post por eso mismo. Un saludo
ResponderEliminarGracias, Gonzalo.
EliminarEs maravilloso ir con la mente relajada a un enclave de la naturaleza y percibir su magia.
Un abrazo!
Es fantástico Marta, como siempre, cada día todo lo que nos cuentas resuena más en mí. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande.
Muchísimas gracias, Eva. Me encanta que mis palabras te lleguen. Esa es mi intención. Despertar otras realidades, evocar nuevas experiencias. No todo es esta Matrix en la que vivimos que tan poco espacio deja al espíritu para respirar.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que preciosidad de artículo. Yo también he estado recientemente en un sitio, precioso, con un elevado montículo lleno de pinos centenarios, y el viento soplaba trasmitiendome un lenguaje que mi perro parecía oir y lo mantenía absolutamente quieto y espectante, mirando hacia un lado y a otro. Yo, sentada allí, mirando a lo lejos, sentía una energía especial, que salía de los árboles e invitaban a quedarme, a no moverme de allí. Di las gracias, abracé al mayor de ellos, y me fui. Fue, mágico, se paró el tiempo. Gracias por tu artículo.
ResponderEliminarGracias a ti y gracias por compartir tu experiencia mágica. Estas experiencias son las que nos conectan con la verdadera realidad, la que es mágica y nos alimenta el espíritu.
EliminarUn abrazo.
gracias Marta, cada nuevo post que haces es como un regalo...no quiero desvirtuar el tema, pero puedo hacerte una pregunta? ¿cuales son tus autores u obras literarias favoritas?
ResponderEliminarun saludo.
Hola Luisa,
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
En realidad me gustan muchos autores, no solo leo libros sobre paganismo. Me gusta mucho la literatura fantástica y soy una gran fan de Laura Gallego. Me gusta mucho Pérez Galdós y como autora actual, Lucía Etxebarría. Realmente leo un poco de todo. Siempre he sido una gran lectora, desde niña.
Un abrazo.
Muy interesante, me agradó mucho. Gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marco.
EliminarYo siempre creí que venían de otros mundos a visitarnos :)
ResponderEliminarEn realidad vienen de otras dimensiones, pero sí podría entenderse como otros mundos. Gracias :)
EliminarA las gentes pequeñas me refiero ^^
ResponderEliminarGracias por tu blog y conocimientos. Marta. un Saludo desde México
ResponderEliminarSe que hay tradiciones en Asia que otorgan estas cualidades de las que hablas, a animales, objetos, lugares, etc. Es muy curioso, y quizá deberíamos respetar más conceptos como estos.
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