Underworld. Owl flying. By Robin Artisson
Las personas que nos dedicamos a
la brujería hemos de ser conscientes de que podemos ser víctimas de un ataque
psíquico, de un ataque de magia negra o simplemente que, al trabajar con magia,
podemos vernos influenciados por cualquier fuerza externa a nosotros. Por ejemplo,
cuando vamos a “quitar” un trabajo de magia negra que tiene hecho otra persona, por lo que hemos de adoptar ciertas medidas de precaución a la hora de trabajar
y, recomiendo, mantener altas estas defensas en el día a día. Normalmente, los
ataques suceden en momentos en los que nos relajamos.
Las técnicas más comunes incluyen
meditaciones para fortalecer nuestro campo psíquico, realizar algún escudo
psíquico, portar amuletos basados en geometría sagrada para protegernos,
pentáculos, anillos, piedras, saquitos de conjuro, etc. Elementos que nos
protegen ante posibles ataques mágicos.
Considero que cada uno ha de
buscarse el método defensivo que mejor le convenga. Pero aquí vamos a explicar
un método sencillo que puede hacernos mucho bien, así como tener en cuenta ciertas
precauciones.
Como dice Dion Fortune en su
interesantísimo libro Autodefensa psíquica: “hay tres factores en un ataque
psíquico, cualquiera de los cuales, o todos ellos, pueden emplearse en un caso
dado. El primero de éstos es la sugestión hipnótica telepática. El segundo es
el reforzamiento de la sugestión por la invocación de ciertas agencias
invisibles. El tercero es el empleo de alguna sustancia física como un point d’appui,
punto de contacto o vínculo magnético”.
Mucho cuidado cuando trabajáis brujería
con vuestros objetos personales (vínculos magnéticos) que podrían ser sustraídos para ejercer un
trabajo de magia negra contra vosotros, un trabajo de primer orden. Cualquier objeto
personal: pelo, uñas, semen, sangre menstrual, una colilla de un cigarro que
habéis fumado, el vaso en el que os habéis tomado un inocente café, ropa, un
preservativo, un cepillo de dientes, un peine, ropa interior, ropa… ¡Mucho,
muchísimo cuidado! El mago negro cogerá vuestro ADN y os puede enfermar y hasta
matar. Se puede hacer. No digo que os obsesionéis con este tema, pero sí que os
andéis con muchísimo cuidado si trabajáis con brujería o sospecháis de alguien
que pudiera haceros daño. Teniendo en cuenta estas sencillas precauciones os
haréis un gran bien. ¡No pongáis las cosas fáciles a esta gentuza!
Vasilisa la Sabia. Cuento
Llevo tiempo investigando este
tema y se ha demostrado científicamente con varios experimentos, que el ADN
está conectado con algún tipo de campo místico mórfico en el que se demuestra
que si una persona es sometida a estrés a cientos de kilómetros, sus restos de
ADN reaccionan de igual manera independientemente de la distancia que los
separe. Por consiguiente, si alguien sustrae un objeto personal tuyo, muy
posiblemente se ha llevado ADN tuyo. Si esa persona sabe cómo funciona la brujería,
te tendrá en sus manos. Investigad los experimentos de Gregg Braden. Los experimentos
los llevó a cabo el Pentágono.
Es muy bueno construir un escudo
psíquico y reforzarlo cada día a través de la visualización. Como ejemplo de la
construcción de un escudo psíquico hablaré sobre uno bastante potente que
encontré hace tiempo en un blog sobre brujería de seguidores de Robert Cochrane
y el Clan de Tubal Caín. Tubal Caín simboliza los trabajos de metalurgia.
Según este grupo, cada uno de los
cuatro elementos de su tradición está asociado con un arma. En el oeste, la
puerta del agua, está la máscara. En el norte, la puerta del aire, encontramos
el staff o una flecha. En el este, la puerta del fuego, una espada. Al sur, en
la puerta de la tierra, el escudo.
Si bien podéis construir una
defensa psíquica con metales y situarlo en la entrada sur, podéis fabricarlo a
través de la visualización y la disciplina con la visualización. De esta manera
elaboramos una barrera de energía etérica que utilizaremos como defensa propia
y como magia para ocultarnos o escondernos.
Primero determinaremos para qué
queremos construir nuestro escudo: si es para crear una barrera de defensa ante
fuerzas hostiles externas, si es un escudo para llevarlo constantemente puesto
a tu alrededor, si es un escudo para proteger una estancia, una casa, un coche…
Se determina bien su propósito con un símbolo que os resulte sencillo de
visualizar, un símbolo que para vosotros represente la protección y la defensa.
Visualizáis el escudo y siempre que lo necesitéis, podéis traerlo a la mente y
reforzarlo. Siempre estaréis protegidos.
En Historia nocturna. Un desciframiento del aquelarre, Carlo
Ginzburg trata el tema de las “Batallas nocturnas”, comunes para todos aquellos
que cruzan el cerco con regularidad. Él establece la diferencia entre los Benandanti
(brujas y espíritus que trabajan con la intención de bendecir y ayudar a quien
lo necesita) y los Malandanti (brujos y espíritus que trabajan con la intención
de dañar y traer desgracia a los demás). Una batalla antiquísima que se
desarrolla en el plano astral y no por ser sutil es menos importante o seria
que una batalla física. Las armas de la bruja (escudo, espada, máscara y staff)
ayudan al caminante entre los mundos, aquel que más tarde o más temprano se
encontrará inmerso en una de esas batallas.
Os pido disculpas por la falta de actualización continuada del blog. El calor no me sienta muy bien y estos días hemos sufrido unas temperaturas extremas. Parece ser que ese calor nos ha dado un respiro y los 19 grados de hoy ayudan mucho a atraer la inspiración. Gracias por vuestra comprensión y gracias por estar ahí, un post más.
Bibliografía:
- Autodefensa psíquica. Dion Fortune. Equipo difusor del libro. 2005.
- Historia nocturna. Un desciframiento del aquelarre. Carlo Ginzburg. Muchnik Editores. 1991.