sábado, 28 de septiembre de 2013

Trabajos Mágicos para el Domingo


Con este post de hoy cerramos la serie que hemos escrito durante este año sobre la relación entre los días de la semana y los distintos trabajos mágicos a realizar. Si bien siempre hemos de tener en cuenta las poderosas influencias de los astros para realizar brujería, siempre diré que la magia surge por la necesidad y que en la mayoría de las ocasiones os encontraréis que no podéis permitiros el lujo de esperar hasta la siguiente luna menguante para neutralizar un trabajo de magia negra, por poner un ejemplo, y que necesitáis hacerlo cuanto antes. El Cuarto Menguante lo potenciará, pero... Por eso es necesario saber qué tipo de energías se mueven los diferentes días… Quizá no pueda esperar a la siguiente luna menguante, pero sí a un domingo o a un jueves para realizar tan potente trabajo.

He puesto este ejemplo porque precisamente el post de hoy trata de este asunto… ¿Qué trabajos realizaremos los domingos? Pues esto es lo que analizaremos hoy detenidamente.

Los domingos son el “Día del Sol”. En inglés, Sunday o en alemán Sonntag, aunque nuestra palabra castellana proviene del latín, Dominus, que significa “Día de Dios”, pero como nosotros no somos cristianos, tomaré de referencia el origen germánico del nombre porque nos da la clave para todos los asuntos a realizar ese día. El Sol es la estrella más cercana que tenemos. Quizá suene a tópico decir que sin su energía la vida en este planeta no sería posible, pero no por ser lugar común podemos desdeñar lo simbólico de esta afirmación. Y es que si los planetas del sistema solar, y otros astros, tienen influencia en nuestro día a día, ¿qué no tendrá el Sol?

El Sol es simbolizado como una fuerza poderosa, como un Rey o un Dios. Es seguro que los Antiguos sabían mucho más de lo que nosotros sabemos ahora pues le otorgaron esta categoría a un astro que nos ayuda a realizar brujería que tiene que ver con el éxito, la fortuna, el reconocimiento y el triunfo personal. El Sol es el elemento Fuego, la energía de la acción, la energía que activa la fuerza interior, la confianza ya que se trata del Fuego esotérico que nos calienta, nos reconforta y nos asegura el éxito. Pero sobre todo es el elemento que nos permite transmutar, es decir, cambiar el estado de una cosa a otro. Y es ahí donde radica la esencia de los trabajos a realizar los domingos, en su fuerza exorcística.


La capacidad del Fuego de destruir todo lo que no sirve, lo nocivo y lo dañino, reduciéndolo a cenizas. Las formas más poderosas de brujería hacen uso de este elemento porque es utilizado para destruir aunque también para atraer. Quemar algo en el elemento Fuego supone que estás dejando espacio para que entre en tu vida todo aquello que deseas obtener. Una vez quemado lo viejo y lo nocivo, estaremos dejando un espacio sagrado para que crezca y se desarrolle algo nuevo.

Los domingos quemaremos en nuestro caldero todo aquello que no necesitamos, que no deseamos o que trata de atacarnos y hacernos daño. Es el mejor día de la semana para romper trabajos de magia negra, mal de ojo y otras intentonas de hacer daño y por lo tanto, para doblegar al enemigo. Encenderemos una vela blanca, color neutral que nos conecta directamente con la energía solar esotérica, y haremos afirmaciones donde ya damos por hecho lo que deseamos conseguir: salud, fortuna, riqueza, consecución exitosa de proyectos, confianza, poder, protección, espiritualidad y fuerza. Es un día muy, muy poderoso.

Las plantas que utilizaremos los domingos son Hipérico, Angélica, Muérdago, Canela, Heliotropo, Serbal, Camomila, Girasol, Pimienta de Jamaica, Azafrán, Olíbano, Hidrastis o Sello de Oro y Margarita.

* Disculpad que no postee con la frecuencia que quisiera. Un catarro muy fuerte es el culpable. 


sábado, 21 de septiembre de 2013

Cómo invocar a Hécate


Cuando vamos a invocar a ciertas fuerzas o númenes hemos de advertir previamente a los no iniciados que lo hagan con suma cautela y, desde luego, con conocimientos previos y avanzados. Si no los tienes, te sugiero que simplemente busques una foto de Hécate, la coloques en tu mesa de trabajo y a la luz de las velas trates de averiguar qué percibes y si esa fuerza es afín a ti. 

En las religiones conocidas sus dioses obedecen unas pautas comunes, un comportamiento, llamémosle así, civilizado. Digamos que las fuerzas a las que invocan los seguidores de las religiones masivas de este planeta son entidades que sirven un esquema básico de dar-recibir y son además entidades dedicadas a determinados tipos de cuestiones muy mundanas. Así en el catolicismo encontramos santos y vírgenes que nos ayudan a conseguir ciertos atributos y bienes: San Pancracio, santo de la fortuna y de los juegos de azar, San Judas Tadeo, patrono de las causas difíciles o desesperantes, etc. Estas entidades aparecen portando ropas y objetos comunes de la vida cotidiana. Así en su mano pueden llevar corderos, báculos, pan, herramientas y aparecen rodeados de animales, fuentes, etc.

Pero la brujería no es una religión no solo por las razones que ya se explicaron en este blog sino porque no obedece a un sistema de creencias fijo y determinado, más bien todo lo contrario. Es un mundo anárquico donde no encontramos definidas las formas. Como ya expliqué en este blog, yo no invoco a dioses, no les ofrendo nada y menos les hago ningún sacrificio. Contacto con unas fuerzas o númenes primigenios que poco o nada tienen que ver con ninguna iconografía, sea ésta del sistema de creencias que sea.

Como sabiamente dice José Luis Cardero: Estamos frente a un ámbito en el cual no suelen servir los patrones morales con los que habitualmente se gobiernan los seres integrados en sistemas culturales. Lo Sagrado y lo Numinoso no reconocen casi nunca los esquemas y condiciones establecidos en las cosmovisiones humanas.

Algo de eso han querido expresar quienes intentaron en su tiempo representar el aspecto de Hécate. La diosa muestra tres caras que, o bien pueden aparecer juntas formando parte de la misma cabeza, o destacar sobre tres cabezas exentas que forman parte de un mismo cuerpo. En el caso de que sea representada con tres cabezas, cada una de ellas puede disponerse sobre un cuerpo propio pero, incluso entonces, esos cuerpos aparecerán siempre estrechamente unidos, como formando una única entidad, aunque indicando el aspecto polimorfo y multifuncional de la deidad así representada. Desde sus altares, Hécate contempla la totalidad del mundo y señala las características representativas de los espacios-frontera sobre los cuales gobierna de forma inapelable […] Ejércitos de muertos y viajes al otro mundo”. José Luis Cardero López.


Por eso insisto en que el acercamiento a ciertas fuerzas ha de ser realizado por personas que ya os manejéis en el Arte. Estas fuerzas abren puertas y resquebrajan el velo entre las dimensiones, por esa razón ha de hacerse por personas con experiencia, brujos, chamanes y otras personas con capacidades psicopómpicas.

Con Hécate trabajamos siempre con llaves. Son precisamente esas llaves las que abren las Puertas entre el mundo invisible y el mundo tangible. Trabajamos con su imagen o sin ella (aunque recomiendo que, sobre todo al principio, sí tengáis una imagen delante que os ayude a enfocar vuestra energía).

Es imposible resumir aquí todos los atributos y simbología de Hécate así que nos enfocaremos en uno de sus atributos, a mi parecer, más importantes y es el de Kleidouchos. Esta palabra griega significa la que porta las llaves. Encontramos una de las primeras referencias a esta capacidad en los Himnos Órficos y otros cantos más antiguos incluso, topándonos con una de las claves para entender qué simboliza esta fuerza primordial.

La que porta las llaves es la que custodia un espacio, en este caso, ya lo dijimos, guarda los espacios de frontera o lugares liminales, no solo como iluminadora o como la que guía a los que viajan de un lugar a otro, que ya veremos que también, sino en este caso como la que custodia un espacio sagrado y lo protege. Así nos encontramos con una de las capacidades de Hécate menos conocidas: la protectora. Por esta razón encontraremos su simbología y otras representaciones en las puertas de los hogares, las llaves que guardan la casa. Y nos encontraremos con Hécate a un nivel más profundo: la que abre la puerta al conocimiento, a los misterios y el viaje del espíritu.


Por esa razón he insistido tanto a la hora de escribir este post: Hécate abre lo que antes estaba cerrado. Sea nuestra psique o sean puertas hacia otras dimensiones. Quien no tenga experiencia, que no la invoque. Insisto.

Aquí os dejo un ejemplo de canto ritual para llamarla. En Internet encontraréis bastantes pero os dejo como muestra uno de los cantos órficos de invocación:

Celebro a Hécate, Protectora de caminos y encrucijadas,
Agradable, celeste, ctónica y marina,
De azafranado peplo, sepulcral,
Que entra en frenesí junto con las almas de los muertos,
Hija de Perses, amante de las soledades, que se regocija con los ciervos,
Nocturna, protectora de los perros, reina irresistible,
Acompañada de ruidos de animales,
Desceñida, de aspecto irresistible, Diosa de los toros,
 Señora poseedora de las llaves de todo el mundo,
Guía, ninfa, nutricia de jóvenes, que vive en los montes;
Suplicando a la doncella que se haga presente en las sagradas iniciaciones,
siempre propicia para el pastor de bueyes y con ánimo grato”. 
Himnos Órficos


domingo, 15 de septiembre de 2013

Las Fuerzas de las Encrucijadas


Como ya dijimos, Hékate es una diosa subterránea, antiquísima, una diosa de la oscuridad, entendiendo oscuridad como la zona donde operamos los brujos buscando el Fuego de Astucia. Como siempre digo, para ver la luz hemos enfrentar nuestra sombra. Solo quien lo haga, podrá decir que la ha encontrado. Así que hemos de diferenciar entre oscuridad y tinieblas, siendo ésta últimas donde habitan aquellos seres y entidades que trabajan para el lado oscuro.  

En  Hékate: Reina de la Brujería podéis releer lo que ya escribimos sobre ella en estas páginas.

Como ya explicamos, Hékate es un númen liminar, es decir, de frontera. Lugares donde se produce un cambio de algo a otra cosa, de un lugar hacia otro lugar. Justo ese espacio entre mundos es el reino de Hékate. Primigenia fuerza que acompaña a los muertos cruzando el umbral, que prevalece en las lindes del bosque acompañando al valiente que se adentra en un bosque de noche así como al que piensa hacerlo. Es la antorcha que lleva en la mano la que ilumina nuestro camino en la oscuridad.

Ya en tiempos de Roma fue vinculada a las encrucijadas o cruces de caminos, lugares vinculados con la magia. Se creía que Hékate y su jauría de perros aparecían estos espacios apartados que para los viajeros eran lugares peligrosos y espectrales. No olvidemos las numerosas leyendas asociadas a la actividad que sucede en los bosques de noche, y no me refiero precisamente a la actividad animal. Si hacemos memoria encontraremos espectros, Fae, brujas que habitan en lo más intrínseco de los mismos, luminarias, Santas Compañas y huestes varias.  Era la noche un ámbito peligroso y los cruces de caminos los lugares por donde cruzaban aquellos seres mágicos y fuera del común.

Altar a los dioses lares de Pompeya

Los romanos celebraban las Fiestas Compitales, de la palabra latina compitum, encrucijada. Estas fiestas eran celebradas poco antes de la Saturnalia, que es lo que ahora en occidente conocemos como Navidad. Si os fijáis bien, se celebraban a finales del año, cuando la Mitad Oscura reina sobre la Tierra. Un momento donde Hécate nos indica, prodigiosamente, cuáles son los caminos a seguir en mitad de esa oscuridad.

Para unos tiempos en que no existía la luz eléctrica, la noche se convertía en un ámbito completamente diferente al del día, desconocido y misterioso. Un ámbito donde esas fuerzas o númenes misteriosos campaban a sus anchas. Por esta razón, los romanos pintaban o construían unos pequeños altares en las encrucijadas, lugares que era considerados que eran un límite entre el “orden” urbano y la anarquía del bosque para solicitar protección y guía. Era muy común que dejaran pasteles hechos de miel, imágenes, muñecos hechos en lana… Era bien conocido por ellos que Hécate y otros númenes misteriosos favorecen y acompañan al ser humano en su relación con los mundos invisibles. Son fuerzas protectoras aunque también las hay destructivas. En ese planeta todo está marcado con una fuerte polaridad: noche-día, luz-oscuridad, frío-calor, etc.


Imagen Cortesía de Wendy Andrews

Se acerca el otoño y Hécate ya está despertando del letargo estival. Suele llegar a nuestras vidas en esta época del año, momentos que propician la búsqueda interior, siempre iluminada por los destellos de los tonos otoñales. Cuando no sepas que camino tomar, cuando te encuentres en un momento oscuro, solitario, cuando te sientas temeroso, cuando necesites defenderte de algo o de alguien y, sobre todo vencerlo, trabaja con ella. Es el rostro de anciana que remueve el caldero haciendo que salgan a la luz aquellos misterios que nunca quisimos ver y escuchar, alumbrando con su antorcha el camino que has de seguir y ahuyentando con sus perros negros aquello que desea perturbarte. Su visión produce paz, a los que no son brujos, terror. 

Recordemos siempre y no perdamos de vista que la brujería es un camino que transcurre por la oscuridad y que esa oscuridad no ha de confundirse con las tinieblas, lugar en el que habitan los seres de más baja vibración. Es Oscuridad como símbolo de Sabiduría, Poder y Astucia. El camino que forja el espíritu.

Cuando trabajamos con Hécate lo hacemos usando llaves que simbolizan la apertura o el cierre de nuestro trabajo. Cuando terminamos un trabajo realizado con la ayuda de Hécate acudiremos a un cruce de caminos para enterrar los restos del encantamiento. Algunas personas dejan tres monedas enterradas en pago a la ayuda recibida. En el próximo post explicaremos cómo trabajar con Hécate y daremos una invocación para trabajar con una de los númenes más importantes de la Brujería.


martes, 10 de septiembre de 2013

La Mitad Oscura


Depende de la latitud donde vivamos pero en algunas zonas, como en Castilla y León, donde vivo, ya desde mediados de agosto, cuando el sol se oculta, no subimos de diez grados de temperatura. Algunos días grises, frescos y lluviosos ya han hecho acto de presencia. Por la noche, comienza a ser evidente que el sol se pone más temprano. Comienzan a sentirse las primeras energías del otoño. Energías que siempre invitan a la reflexión y al recogimiento, en contraste con las expansivas y alegres energías estivales.

En Brujería, si bien hay cuatro celebraciones o Sabbats importantes, se celebran dos estaciones. Distinguimos dos mitades del año claramente diferenciadas: la Mitad Oscura y , la otra, los meses donde la luz solar hace acto de presencia. Cada estación tiene un Sabbat, una fiesta mayor que es tan antigua como la humanidad misma pues se sabe que ya las culturas más antiguas de las que se tiene constancia se hicieron eco a su vez de algo mucho más antiguo si cabe… En los meses de luz se celebra la Noche de Walpurgis (30 abril) y el Samhain o All Hallow’s Eve (31 octubre) siendo ambas fechas las principales épocas de apareamiento del ganado en unos pueblos cuya supervivencia dependía de eso.

Primeras señales del otoño en un olmo

Nos dirigimos hacia la Mitad Oscura del Año. Un tiempo que comienza más o menos en estas fechas, cuando la luz del sol se hace cada vez más breve y más tenue, cuando crecen las sombras al atardecer, cuando por la mañana, según avance la estación, apenas se vislumbra el disco solar entre las frías nieblas y heladas de los campos. Una estación que acaba en Candlemas, cuando comienzan a verse los primeros brotes de la esperada primavera, el tiempo que anuncia la presencia de la luz del día que brillará otros largos seis meses.

La Mitad Oscura del Año sigue un curso antiguo y no designado en los calendarios, empeñados en desordenar el tiempo natural para confundirnos y conectarnos con periodos de actividad comercial. Pero este tiempo del que hablo, en su silencio, habla de muchas cosas.

Si observas, lo ves, lo percibes. Todo está cambiando. Se produce una migración de costumbres mientras los hermosos brotes del río duermen, las plantas dejan de dar flores y ya no se escucha el croar de las ranas ni el grillar de los grillos. La actividad en el bosque se detiene y parece que todos los pájaros y los insectos lo saben y en su precipitado cantar del amanecer te anuncian que en unos pocos días ya no estarán. Pero si escuchamos con atención, nos daremos cuenta que en medio del silencio uno puede escuchar cómo se despereza el Pueblo de las Fae…


Comienza a escucharse el coro sin tiempo de los gansos sobrevolar lagunas, lagos y ríos en su camino hacia el sur, signo inequívoco de que el año se dirige sin pausa hacia la Mitad Oscura. Se dice y se sabe entre los brujos que el graznido de los gansos, cuando vuelan y sobrevuelan los tejados de nuestras casas, suenan muy parecido a las hordas de la Cacería Salvaje de la Dama Holda. El sonido de los gansos entre otras cosas, es una invitación a la búsqueda.


Así como cambia la estación, mi pensamiento y mi espíritu cambian con ella… Llega el tiempo, en este blog, de hablar de estas cosas. 

jueves, 5 de septiembre de 2013

Los Poderes ocultos de la Sal


Desde que el mundo el mundo, la sal ha sido una gran aliada del hombre. No solamente porque en la antigüedad nos permitía conservar en buen estado los alimentos, que tan difícil era conseguirlos, sino por otras razones que si bien no se conoce su trasfondo, es cierto que pertenecen al acervo popular. Seguro que todos habéis oído decir, caso de que estemos sufriendo una racha de negatividad: “pon un cuenco de agua con sal”, “coloca sal debajo de la cama” y similares.

Todas las culturas tienen conceptos parecidos acerca de las propiedades mágicas de la sal. Desde la Iglesia Católica, preparando agua bendita, a la que originalmente se le añadía sal hasta la costumbre india de echar sal en las heridas para echar malos espíritus. Tratar de resumir las cientos de tradiciones que hay al respecto nos llevaría no un post, sino un libro. El hecho de que su uso y el conocimiento de sus propiedades sea algo tan universal es para mí indicador de que está basado en una verdad y sobre todo en experiencias.

Es cierto que a todos nos gusta tener nuestra casa o lugar donde estemos habitualmente limpio pero lamentablemente, la gran mayoría de gente no limpia los lugares energéticamente. Como ya sabemos, el desconocimiento no es casual sino que algo o alguien trata por todos los medios que ciertos conocimientos no salgan a la luz sobre todo porque son beneficiosos para nosotros.


Además de sus maravillosas propiedades para la salazón y conservación de los alimentos, la sal tiene el poder de absorber negatividades al ser una gran conductora energética. Su uso en un lugar hace que aumente el caudal de energías beneficiosas que fluyen a nuestro alrededor y que por supuesto nos afectan directamente. Asimismo, sus propiedades la convierten en un elemento fabuloso para abrir caminos. En brujería se llama “Abrir caminos” a que lleguen a nosotros todo tipo de posibilidades y cambios de suerte que nos benefician.

La sal siempre se ha utilizado para limpiar y purificar ambientes de energías nocivas. Siendo siempre mejor la sal marina, aquella que llamamos comúnmente, sal gorda. La encontraréis en cualquier supermercado. Se puede usar en las siguientes situaciones:

Como ya hemos dicho, se utiliza como protección ante ataques psíquicos y para disolver sobrecargas energéticas. Las casas, como todo, poseen un aura o campo psíquico. Dentro de nuestros hogares suceden emisiones psíquicas que pueden ser negativas (discusiones, disgustos, peleas…) y también pueden ser positivas (alegrías, paz, armonía…) Estas energías se acumulan y pueden formar lo que se denomina “un ambiente cargado”. Para ello es muy bueno echar un puñadito de sal en todas las esquinas de la casa y dejar actuar la sal mínimo 24 horas. Si queréis evitar que entren negatividades, es muy bueno echar sal a lo largo de la puerta, en la parte exterior.

Si nunca has realizado un Compás de las brujas, es bueno para familiarizarte con el concepto, si estás empezando, que realices una mezcla de sal y arena en un cuenco y que traces el Círculo con esta mezcla.

Como la sal es un potente catalizador, es necesario que antes de utilizarla enfoques la energía que quieres utilizar, algo así como darle instrucciones sobre el servicio o ayuda que necesitáis.

Al absorber la energía psíquica, puede ser utilizada para transferir un encantamiento o un deseo a los planos astrales. Podemos realizar el encantamiento y después arrojar sal al fuego del caldero liberando de esta manera la carga psíquica y dispersarla o enviarla allá donde queramos. Para un deseo, podéis arrojar un puñado de sal enfocándoos en ese deseo y arrojarlo a un río o al mar. Cada uno encontrad la mejor manera de realizar vuestra brujería. Como digo siempre, en este blog se aportan sugerencias. Cada uno aprenderá a realizar su propio Arte con la práctica.

Como os recomendé en Remedio para el Mal de Ojo, los baños con sal gorda son efectivísimos para quitaros negatividades, para limpiaros, purificaros, etc.

La Sal es uno de los ingredientes más potentes y sencillos que tenemos a nuestra mano para practicar brujería. Os animo a que la utilicéis y a que compartáis vuestras experiencias en Brujería del Cerco.